España y Francia propusieron ante la Unión Europea el fin de las restricciones hacia los granos genéticamente modificados que provengan de Argentina.
Se busca sostener el ritmo comercial mientras se profundiza la interrupción en las importaciones desde Ucrania a partir de la invasión rusa.
Flexibilización requerida
El aprovisionamiento de maíz está en el centro del proyecto mencionado: “Necesitamos que la Unión Europea flexibilice los reglamentos respecto de la importación de granos”, sostuvo el ministro de Agricultura español, Luis Planas.
La estrategia de incentivo de producción orgánica y con menor uso de pesticidas, que sostiene la UE, es un obstáculo para esta iniciativa.
El propio dirigente de la cartera agrícola española justificó el requerimiento, basándose en el hecho de que Europa no lograría en ni siquiera en años el autoabastecimiento de proteínas de corte vegetal.
Apoyo patronal
En esa misma línea, la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales respaldó la propuesta, haciendo especialmente énfasis en la adquisición de maíz.
“Esas cantidades servirían para cubrir sobradamente las necesidades de la producción española de alimentos compuestos para animales hasta enlace de campaña, y buena parte de la demanda europea” indicó la patronal para EuropaPress.
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