Este viernes, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció la prohibición de todas las importaciones de vodka, mariscos y diamantas provenientes de Rusia.
La decisión se muestra como una especie de castigo hacia Moscú y porque, en términos de Biden, “Putin es el agresor y Putin debe pagar un precio”.
Biden agregó que la Unión Europea también revocaría los privilegios comerciales de Rusia, en una maniobra por parte de Occidente de golpear la economía de Moscú.
Según Biden, Rusia “ya está sufriendo mucho por nuestras sanciones”, más aún luego de las medidas unilaterales tomadas por Estados Unidos la semana pasada de prohibir las importaciones de energía, incluyendo el petróleo y el gas natural.
Pero esta clase de sanciones no solo están dirigidas hacia Putin por ser “el agresor” que debe pagar las consecuencias, sino también a las empresas rusas y altos funcionarios del gobierno de Putin.
Además, el rublo ruso ha perdido más de la mitad de su valor desde la invasión a Ucrania, mientras que las sanciones actuales le impiden al país tener reservas de divisas.
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