Rusia anunció que a partir de este viernes serán detenidas las exportaciones de gas a determinados países, a menos que realicen el pago de los mismos en rublos.
Las principales naciones que se verán afectadas son aquellas denominadas “antipáticas” por Moscú, incluidas en una lista especial. Fueron aquellas que impusieron sanciones a Rusia durante el conflicto con Ucrania, como Estados Unidos, la Unión Europea, Gran Bretaña, entre otros.
“Para comprar gas natural ruso, deben abrir cuentas en rublos en bancos rusos. Es a partir de estas cuentas que se realizarán los pagos por el gas entregado a partir de mañana”, afirmó Putin en declaraciones televisadas.
El presidente declaró que, de no realizarse dichos pagos, será considerado como un incumplimiento por parte de los compradores. “Nadie nos vende nada gratis, y tampoco vamos a hacer caridad, es decir, se van a parar los contratos existentes”, afirmó.
Se espera que los compradores sean notificados para que transfieran su pago a cuentas establecidas en un banco ruso, el cual se encargará de cambiar su moneda a rublos rusos.
Putin espera apuntalar a la mejoría de su economía con esta nueva medida, aunque los funcionarios occidentales tildan este requisito como una violación de los contratos existentes (que establecen los pagos en euros o dólares).
Además, Moscú intenta tomar ciertas represalias contra las naciones que impusieron sanciones a su país, como también estabilizar el rublo, a través del cambio de moneda comercial a la hora de comprar gas ruso.
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