El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, se ha mostrado reacio a las recientes sanciones impuestas a la importación de petróleo ruso por parte de la Unión Europea. Acusó al bloque de “lanzar una bomba atómica” sobre la economía de su país, ya que encarecería la gasolina y el diésel.
Cabe destacar que Orban ha sido un histórico aliado de Putin, aunque frente a la invasión de Ucrania se mostró imparcial, declarando que a su parecer “no debe elegirse un bando” sino que se debe optar por la paz.
Varios países parte de la UE están preocupados por el impacto económico que estas sanciones podrían suponer para sus economías, y Hungría no se queda atrás. Orban declaró que no podía apoyar esta medida contra Rusia completamente, y que el bloque cruzó una “línea roja”.
Aunque Orban y su país han tratado de depender menos del sector energético ruso, no cree que estas sanciones sean la solución a un problema mayor. Además, ha apoyado los últimos paquetes de sanciones propuestos por la UE, pero trazó una línea sobre la cuestión del petróleo ruso y su importación.
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