Luego del cruel asesinato de la periodista palestina corresponsal de Al Jazeera, Shireen Abu Akleh, el ejército israelí afirmó que comenzaría a investigar la posibilidad de que uno de sus soldados haya sido quien ejecutó el disparo fatal. Además, confirmó que se están investigando otros tres tiroteos separados que también involucraron soldados israelíes, luego de la muerte de la reportera.
Un funcionario de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) declaró que lo que puntualmente se está investigando es un intercambio de disparos entre soldados israelíes en un vehículo y uno o más hombres palestinos armados que estaban disparando contra el vehículo. Afirmó que el tiroteo ocurrió en una calle cercana al lugar donde Abu Akleh falleció, y de las tres investigaciones en curso, este es el que probablemente esté involucrado en su muerte.
“Un soldado con un fusil y muy buen sistema de puntería estaba disparando hacia un terrorista con un M16, en muy buen estado, cuadro muy claro, que estaba disparando sobre nuestras tropas. Lo que estamos verificando ahora es la ubicación de Shireen”, dijo el funcionario. También agregó que se tomaron los rifles de los miembros del servicio israelí involucrados en el incidente para someterlos a pruebas balísticas.
Sin embargo, pese a las declaraciones de Israel, múltiples testigos afirmaron que no hubo un intercambio de disparos en el lugar donde Abu Akleh estaba ejerciendo como periodista, y que el responsable es Israel. En consonancia, el el ministro de Asuntos Civiles palestinos, Hussein Al Sheikh, calificó lo ocurrido como “asesinato” y declaró que los resultados de la investigación serían difundidos.
Por el momento, no hay respuestas concretas sobre el fallecimiento de la periodista, aunque miles de palestinos se manifestaron frente al hecho. A nivel internacional, Estados Unidos y Naciones Unidas pidieron una investigación sobre el asesinato.
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El ejército israelí tiene como doctrina “primero disparo después pregunto”…
No creo que ningún soldado israelí sea castigado por un hecho como éste, en el caso de que uno de ellos sea el responsable de la muerte de esta reportera. En el mejor de los casos, ese castigo sería unos chirlos por la cola, y a casa.