Con el fin de “preservar a la Antártida como continente por la paz y la ciencia”, un 23 de junio de 1961 entró en vigencia el Tratado Antártico, suscrito por 12 países. Argentina es uno de los Estados parte, con 11 bases permanentes y temporarias establecidas en el continente blanco. La Antártida en el tratado es definida como “todas las tierras y barreras de hielo ubicadas al sur de la latitud 60°S, sin afectar derechos sobre el alta mar allí existente”.
El tratado fue firmado el 1 de diciembre de 1959 en Washington D.C, aunque entró en vigor en 1961 con la última ratificación de uno de los doce signatarios originales. Argentina es Parte Consultiva del mismo, teniendo voz y voto por haber demostrado un interés en la Antártida “a través de la conducción de investigación científica”, ya sea con la apertura de una Base o con una expedición al continente blanco.
Hoy el tratado tiene 54 partes, 39 son consultivas y el resto adherentes, las cuales se reúnen anualmente para tomar las decisiones necesarias con el objetivo de su correcta implementación. Pero en su momento, siete de los doce países mantenían reclamos de soberanía sobre distintos sectores de la Antártida, siendo Argentina uno de ellos.
Argentina reivindica el denominado “Sector Antártico Argentino”, definido por el paralelo 60º Sur como límite Norte, y los meridianos 25º y 74º de longitud Oeste. A su vez, los reclamos de Chile y el Reino Unido se superponen con el argentino.
El Tratado también prohíbe diversas acciones en la Antártida, como la realización de explosiones nucleares (una disposición propuesta por Argentina), la eliminación de desechos radiactivos allí o actividades militares, a excepción de que se trate de apoyo logístico a investigaciones científicas u otras pacíficas.
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Me parece que en el gráfico que abre esta nota, la bandera argentina está mal ubicada…