En las últimas horas, el gobierno de Ecuador y los referentes de grupos indígenas lograron un acuerdo en vistas de concluir el paro nacional que a encauzado movilizaciones, bloqueos de rutas e incluso una contraofensiva legislativa contra el presidente Guillermo Lasso, quien salió airoso -no por mucho- de un proceso de destitución.
La situación económica, con especial énfasis en el precio de la nafta, fue uno de los disparadores que motivaron la movilización de los colectivos indígenas, los cuales a lo largo de los días del paro labraron una serie de requerimientos y reivindicaciones a tener en cuenta si se buscaba terminar con la situación.
Desde el gobierno, se advertía del malestar comercial y económico que acarreaba esta situación: en el mismo marco, hubo episodios de represión policial que, sin éxito, apostó a normalizar la situación en el país por esa vía.
Las manifestaciones, lideradas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), iniciaron el lunes 13 de junio. A la fecha se registraron 6 muertos y aproximadamente 500 heridos contando manifestantes y policías.
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