Este miércoles 20 y el jueves 21 tendrá lugar la sexagésima cumbre del Mercosur en las instalaciones del Hotel Bourbon y el Centro de Convenciones de la CONMEBOL (Confederación Sudamericana de Fútbol), ubicadas sobre la Avda. Sudamérica y Las Américas, de la ciudad de Luque. Será el primer encuentro presencial, luego de tres instancias virtuales. Paraguay ejerce durante el presente semestre la presidencia pro témpore y le traspasará el mando a Uruguay.
Sin dudas, la antesala de la cumbre elevó el grado de expectativas para con la agenda. Lo cierto es que las negociaciones entre Uruguay y China para encaminar un Tratado de Libre Comercio (TLC) despertaron las críticas del gobierno argentino y paraguayo, por lo que será central en la discusión de los mandatarios. A lo mencionado se suma la reciente confirmación de la ausencia del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. No obstante, Brasil estará representado por sus ministros de Economía, Paulo Guedes, y de Relaciones Exteriores, Carlos Alberto Franca.
Lo paradójico de la ausencia del mandatario brasileño es que uno de los temas de la agenda será análisis de la política arancelaria de Brasil, que en mayo dispuso una rebaja unilateral para determinados productos extrazona. Además, se pondrán sobre la mesa los avances en las conversaciones sobre un acuerdo comercial “de última generación” con Singapur y el seguimiento del tratado suscripto en 2019 con la Unión Europea.
Por lo cual, el encuentro que se desarrollará en el Centro de Convenciones de la Conmebol cuenta con la presencia confirmada de tres de los cuatro presidentes de los países que integran el bloque: Alberto Fernández, por la Argentina; el anfitrión Mario Abdo Benítez; y el jefe del Estado uruguayo, Luis Lacalle Pou.
“El Mercosur vivió muchas crisis y tensiones, pero el bloque nunca tuvo que atravesar una pandemia ni una guerra europea que afecta las exportaciones de la región y genera inflación“, dijo a Télam un conocedor de las relaciones diplomáticas.
La otra antesala: Reunión del PROSUR
Además de la reunión del Mercosur, hay que tener presente que este jueves tendrá lugar la reunión extraordinaria del Foro para el Progreso de América del Sur. Este organismo fue creado en el año 2019 con el fin de promover la integración política en la región. El espacio de diálogo se encuentra integrado por Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Guyana, Colombia, Perú y Paraguay. Este último se encuentra ejerciendo la PPT.
“Se va hacer una reunión de presidentes del Prosur y la cuestión a ser abordada radica en los esfuerzos encarados en la región en la lucha contra la delincuencia organizada transnacional”, confirmó el canciller paraguayo, Julio César Arriola.
En enero pasado, Paraguay asumió la presidencia pro témpore del Foro para el Progreso y la Integración de América del Sur (Prosur), con el desafío de fortalecer al bloque y profundizar el combate al crimen organizado en la región. Al respecto, Gobierno paraguayo, emitió una nota en la que manifiesta el deseo de “aprovechar este espacio de diálogo político para intercambiar visiones y establecer líneas de acción que permitan dar una respuesta efectiva a este flagelo que atenta contra el bienestar regional”.
Se debe tener presente que la primera cumbre de la asociación fue el 22 de marzo de 2019 en Santiago de Chile. Tras este encuentro, Chile asumió la primera Presidencia pro tempore del Foro y los mandatarios suscribieron la Declaración de Santiago para la Renovación y el Fortalecimiento de América del Sur.
Si bien se pueden hacer disgregaciones su una cierta tendencia ideológica que cubre el manto de la existencia del foro, su misión es ser un mecanismo de coordinación y cooperación que se sustenta en la preservación de los valores democráticos, la promoción de las libertades y el respeto por los derechos humanos.
Displicencias entre Buenos Aires y Montevideo
Tanto la coyuntura interna del bloque como los factores externos (pandemia y guerra entre Ucrania y Rusia) parecieron agravar antes que consolidar negociaciones fructíferas. Por un lado, se contabiliza un comercio intrabloque con valores récord.
Ahora bien, algunas alarmas se encendieron a partir del anuncio realizado desde el gobierno uruguayo en referencia a los avances de un Tratado de Libre Comercio con China (TLC) encauzado de forma bilateral.
“Con satisfacción podemos decir que la conclusión del estudio de factibilidad de un TLC con China “es positiva”, dijo el presidente, Luis Lacalle Pou, en una conferencia de prensa el miércoles pasado convocada para informar que “ahora sí empezarán formalmente las negociaciones” para un acuerdo con el principal socio comercial de Uruguay.
Desde el otro lado del Río de la Plata auguraron que este avance se encuentra enmarcado en un estudio preliminar de factibilidad, para luego ser tratado por los países miembros del bloque regional. No obstante, si es un hecho que este suceso se inserta en una serie de divergencias discursivas que vienen teniendo Argentina y Uruguay.
Por su parte, el canciller Santiago Cafiero recordó tras el anuncio que “cualquier tipo de tratado de estas características, según la construcción histórica del Mercosur, que es el Tratado de Asunción, tiene que tener consenso de todas las partes”.
Ahora bien, al reclamo argentino se le sumó Paraguay. Al respecto, el viceministro de Relaciones Económicas e Integración de ese país, Raúl Cano, afirmó que los anuncios de Montevideo generaron “alguna incomodidad“. Por lo tanto, se plegó a la posición argentina que señala la necesidad de “consenso” para avanzar en tratados comerciales
El resto de los países del bloque advirtió que la estrategia de Lacalle Pou no respeta la normativa que dio origen al Mercosur, en referencia a la Decisión 32 del 29 de julio de 2000 que tomó el Consejo del Mercado Común. En dicho apartado se reafirmó “el compromiso de los Estados Partes del Mercosur de negociar en forma conjunta acuerdos de naturaleza comercial con terceros países o agrupaciones de países extrazona en los cuales se otorguen preferencias arancelarias“.
El corolario de este tenso escenario es que, en la reunión de jefes de Estado de este jueves, Paraguay traspasará la presidencia a Uruguay.
Las maniobras de Brasil
En mayo pasado, el Gobierno brasileño redujo de manera “temporaria y excepcional” los aranceles de importación sobre 6.195 posiciones. Entre ellas se destacan bienes como porotos, carnes, pastas, galletas, arroz, materiales de construcción, entre otros.
Esta medida se suma a otra reducción arancelaria, también en forma temporal, en noviembre de 2021, y ambas se enmarcan en el objetivo del gobierno brasileño de “abaratar los precios de los productos básicos“, teniendo en cuenta que la inflación interanual del país vecino alcanzó en junio al 11,89%.
De todos modos, la ausencia del jefe de estado de Brasil deja al desvelo una señal más de la escasa atención que el actual gobierno dio al bloque comercial y a ciertas cuestiones internacionales. “Dije que no voy a ir. En política, puedes dar marcha atrás en algunas cosas, pero mi decisión hasta ahora es no ir al Mercosur, a pesar del llamado de Abdo Benítez”, dijo Jair Bolsonaro.
Lo cierto es que, en plena campaña electoral de cara a las próximas elecciones presidenciales, la brújula sobre la discusión regional está en un plano relegado. Pero en el debate público se especula con que la ausencia del jefe de estado brasileño se deba a la eventual presencia del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky. Es importante traer a colación que Brasil fue el único país de la región que se abstuvo de condenar el accionar ruso en su invasión al territorio ucraniano.
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