Durante el día de ayer se llevó a cabo un nuevo seminario organizado por la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur en el Auditorio Manuel Belgrano del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. En el mismo se trató una cuestión puntual: los recursos marítimos de la Argentina y el estado de situación de los mismos, orientado a la pesca, conservación de especies, y áreas marítimas protegidas. Desde Escenario Mundial tuvimos el agrado de participar para poder contarte los fructíferos tópicos tratados en la materia.
Con la presencia de múltiples funcionarios gubernamentales, miembros de Cancillería, organismos privados, representantes de las Fuerzas Armadas, ex combatientes de Malvinas y familiares de los tripulantes del ARA San Juan, entre otros, la apertura estuvo a cargo del Secretario Guillermo Carmona, quien destacó que el abordaje del seminario estaría enmarcado en el Mes de los Intereses Argentinos en el Mar por el nacimiento del Almirante Storni, un pionero de las políticas soberanas argentinas. El evento no solo contó con la participación de vastos profesionales, sino que también estuvo seccionado en tres paneles donde se abordaron las políticas públicas en relación a los recursos pesqueros, los aspectos científicos y académicos en la investigación de los mismos y la gestión práctica. Particularmente, lo interesante de este seminario es que los temas a tratar fueron abordados desde múltiples áreas.
En su exposición durante el primer panel, Camona buscó destacar un punto sumamente importante que dió pie al resto de su diálogo con el público: que el 80% del comercio internacional se hace por mar, un punto de inflexión necesario a tener en cuenta. Y esto no es poca cosa, ya que es fundamental recordar que la Argentina cuenta con una enorme realidad: su bicontinentalidad, donde es necesario pensar no solo en la plataforma continental y su conceptualización junto al enorme espacio marítimo argentino que nos rodea, sino también la importancia de incorporar lo antártico. En palabras del Secretario, “tenemos que asumir desde un concepto de soberanía que el sector antártico argentino es parte de nuestro territorio nacional, y así se encara desde la perspectiva de la gestión, y así también debe estar incorporado en nuestra dimensión marítima, donde dentro de esa superficie territorial tenemos un enorme espacio marítimo, contando a las islas del sur”.
Carmona puntualizó en algo que, personalmente, considero de gran interés: ¿Por qué Cancillería está involucrada en la materia de los recursos marítimos argentinos y en la organización de seminarios de este estilo? Su respuesta fue concisa y necesaria para el contexto actual en el que diariamente nos pensamos, y es que no puede pensarse en términos de soberanía nacional si no se tiene en cuenta nuestro mar, nuestros recursos pesqueros o nuestros espacios marítimos abordados desde una perspectiva del derecho internacional y de la política exterior. Cuestiones como la conservación de los recursos pesqueros y no vivos (como los yacimientos minerales), la cooperación en materia científica con otros Estados y actores internacionales, las infracciones a la pesca no declarada y no reglamentada, entre otras, deben proyectarse desde la política exterior argentina. El abordaje de las cuestiones del mar y sus recursos no pueden apartarse de la mirada que Argentina tiene en el contexto internacional o de su posicionamiento en el escenario mundial.
Con sus oportunidades y desafíos, Argentina tiene un rol fundamental al pensar en las aguas territoriales y continentales en términos de soberanía nacional. Y esto implica, ni nada más ni nada menos, tener en cuenta la presencia colonial que habita al sur de nuestro territorio. Así también lo abordaba el secretario Carmona: “Una potencia extranjera en nuestro espacio territorial que involucra al espacio marítimo que circunda las Islas Malvinas, las Georgias del Sur y las Sandwich del Sur, es un desafío especial que tenemos de la Argentina en función de la existencia de reivindicación soberana y de exigencia al ocupante de que cese la situación colonial. Esto tiene enormes consecuencias en nuestros abordajes que tienen que ver con el mar ya que hay parte del territorio nacional que se encuentra ocupado y es fundamentalmente espacios marítimos”.
Quisiera también destacar otras cuestiones que me resultaron de gran interés en la jornada del día de ayer de forma concisa, sin dejar de lado que cada uno de los expositores brindó una perspectiva única y diferente digna de apreciar. En este caso, introduzco el concepto de “socioecosistemas” explicado por la Doctora Gabriela González Trilla, quien mencionaba que los ecosistemas deben entenderse desde una óptica en donde la parte social está involucrada, ya sea aguas marinas como continentales, donde el ser humano y sus actividades están incluidas junto a los bienes y servicios que son aprovechados y que, en muchos casos, tienen que ver con la pesca.
Por último, añado lo expuesto por Carlos Liberman, Subsecretario de Pesca y Acuicultura, quien no solo definió a la pesca como una “actividad pujante en crecimiento que despliega la soberanía e impulsa la producción”, sino que también habló de cómo, en múltiples ocasiones, este clase de actividades no son vislumbradas como aquellas que desarrollan soberanía, que movilizan economías regionales, que impulsa el empleo y la industria; esta mirada, a veces dejada de lado en cierta forma, debe ser una cuestión de agenda.
Como comentarios finales, agradecemos ampliamente desde Escenario Mundial por la invitación a participar del evento y extendemos nuestras más gratas felicitaciones por su realización.
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Estas actividades son muy importantes para concientizar respecto de la importancia de los recursos naturales de nuestro mar. Sin embargo no puede quedarse solo en eso, cientos de buques cada año de diversas nacionalidades pescan en proximidades de la milla 200 y otros tantos con licencia de Malvinas/RU. Desconozco si se ha presentado además de la protesta seguramente realizada, una demanda judicial internacional por el daño patrimonial, económico y ecológico que ocasionan. Argentina debería exigir una indemnización millonaria por ese saqueo además del incuestionable reclamo por nuestra soberanía.