En el marco del ataque con cohetes contra un campo de prisioneros en la región de Donetsk, controlada por Rusia, donde 53 prisioneros fallecieron, Ucrania ha sido acusada por Moscú de ser el autor el crimen en manos de los HIMARS suministrados por Estados Unidos. Sin embargo, el Secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, Oleksiy Danilov, declaró hoy que “el ejército ruso disparó artillería contra la prisión de Olenovka, ese es su intento de ocultar la evidencia de tortura y ejecución de soldados ucranianos, prisioneros de guerra. Así actuaron los colegas de Putin, fascistas que intentaron ocultar las evidencias del Holocausto”.
Sus comentarios siguieron a una declaración emitida por el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania este viernes, culpando a las fuerzas rusas del ataque afirmando que “los ocupantes rusos, por lo tanto, persiguieron sus objetivos criminales: acusan a Ucrania de cometer ‘crímenes de guerra’ para ocultar sus propias acciones insidiosas con mentiras y provocaciones descaradas”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, declaró en sus redes sociales que el atentado fue perpetrado por Rusia como “otro crimen de guerra petrificante al bombardear una instalación correccional en la ocupada Olenivka donde tenía prisioneros de guerra ucranianos”. Agregó: “Hago un llamado a todos los socios para que condenen enérgicamente esta brutal violación del derecho internacional humanitario y reconozcan a Rusia como un estado terrorista”.
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