En una reciente publicación, diversos científicos decidieron contestar ciertas dudas sobre una incógnita que compete y ha dejado en velo a la comunidad internacional en sí misma: ¿Qué países podrían sobrevivir a una guerra nuclear entre Estados Unidos y Rusia? Los datos del Sunday Times han arrojado que la población de Australia y de Argentina serían los países que tendrían las mejores posibilidades frente a una posible catástrofe de tal magnitud.
En este análisis se detallan también los efectos del llamado “invierno nuclear”, mostrando que muchas de las personas podrían morir por los efectos directos de la guerra nuclear más que por las consecuencias directas de las explosiones nucleares. La investigación pone de ejemplo que, en años posteriores a un conflicto nuclear, 5.000 millones de personas podrían morir de hambre causada por el polvo en la atmósfera que bloquearía la luz solar, aumentando las víctimas mortales.
También en un reciente análisis realizado por la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey se arrojó que los efectos de la reducción de la luz solar y la temperatura en la agricultura serían las más graves consecuencias. Así lo detalló uno de los autores del estudio, Alan Roebuck, afirmó que “todo el mundo entiende que los efectos directos de una guerra nuclear serían terribles, como vimos en Hiroshima y Nagasaki. Nuestro trabajo muestra que diez veces más personas podrían morir en el resto del mundo debido a los efectos sobre el clima y la agricultura”.
Este último es uno de los factores que más se tiene en cuenta al momento de analizar una posible escalada nuclear y sus efectos. Por ejemplo, que exista un conflicto menor entre las potencias nucleares de India y Pakistán podría matar de hambre a más de mil millones de personas debido a la mala cosecha, más aún en los países alejados del conflicto, aunque la sola explosión de armas nucleares podrían contribuir a la muerte de entre 50 a 100 millones de personas. Por ende, si un choque entre India y Pakistán causara una caída del rendimiento en un 7 por ciento dentro de cinco años, una guerra entre Estados Unidos y Rusia haría que la producción cayera un 90 por ciento dentro de tres o cuatro años, según Bloomberg.
Teniendo en cuenta estos datos, la razón por la que países como Argentina y Australia sobrevivirían a una guerra o explosión nuclear entre potencias radica en que lograron mantener su consumo de alimentos y su producción de cultivos a un ritmo constante y más resistente, como el trigo o el maíz. Además, las cantidades de producción de estas cosechas son más grandes, y la población no es tanta. Claramente habría otros problemas que no fueron considerados en el estudio, aunque por el lado de una posible hambruna estos dos países pueden contarse como los sobrevivientes más tangibles.
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