Una de las declaraciones más importantes de la política de seguridad nacional de los Estados Unidos es la Revisión de la Postura Nuclear, sin embargo, 18 meses después de su toma de posesión, la administración Biden no ha cumplido con esta tarea vital.
El documento clave, la Revisión de la Postura Nuclear (NPR) de 2022, ha sido completado: Una versión clasificada fue enviada al Congreso el pasado mes de marzo, y poco después el Departamento de Defensa publicó una “hoja informativa” de cinco párrafos, en gran parte sin contenido, reconociéndolo. Pero la versión no clasificada del NPR aún no se ha publicado.
Para los especialistas es crucial que tanto los aliados como los enemigos comprendan la política de disuasión de Estados Unidos . Inexplicablemente, la administración guarda silencio.
¿Cuál es la política nuclear de Biden?
Lo que se dejó entrever de la política nuclear de Biden, es que los principios fundamentales de la política estadounidense de siempre parecen no haber cambiado:
La disuasión se basa en la capacidad de convencer a los dirigentes del enemigo de que las represalias supondrán un coste mayor que cualquier beneficio que esperen obtener con la agresión;
Para que lo anterior suceda, Estados Unido debe tener una fuerza de respuesta moderna que pueda imponer claramente los costes que presuponga un ataque;
Una respuesta debe centrarse en los activos que valoran los enemigos. Esto significa que se debe estudiar a los posibles líderes enemigos para entender sus estructuras de valores.
Planes de modernización y política de primer uso
El programa de modernización nuclear que la administración Biden heredó de sus dos predecesores continuará. Esto incluye el nuevo ICBM Sentinel, un sistema con base en tierra; un mínimo de 12 submarinos de misiles de la clase Columbia y el misil Trident II de vida extendida que llevarán; el bombardero B-21; y un misil de crucero lanzado desde el aire de reemplazo.
Además, tras un importante debate tanto en público como a puerta cerrada en el Congreso, la administración dio marcha atrás en su intención inicial de instituir una política de “no primer uso”. Según la hoja informativa, la política estadounidense de compromiso que surgió de la NPR es:
“el papel fundamental de las armas nucleares estadounidenses es disuadir de un ataque nuclear a Estados Unidos, nuestros aliados y socios. Estados Unidos sólo consideraría el uso de armas nucleares en circunstancias extremas para defender los intereses vitales de Estados Unidos o de sus aliados y socios.”
La preocupación de la revisión
Sin embargo, el hecho de que la revisión siga siendo clasificada está causando preocupación entre los aliados, que se preguntan por qué no se ha compartido. Esto ha suscitado preguntas sobre si la administración está ocultando otros términos que ponen en duda el compromiso que tanto costó alcanzar.
Esta preocupación se amplificó el 5 de agosto cuando un alto funcionario del Departamento de Defensa dijo que “mantenemos el objetivo de avanzar hacia la declaración de propósito único [es decir, que las armas nucleares son útiles para disuadir sólo un ataque nuclear pero no un ataque convencional masivo en el futuro y el NPR lo deja claro”.
La hoja informativa del Departamento de Defensa también plantea otros puntos que requieren una explicación urgente:
Subraya el “compromiso de la administración de reducir el papel de las armas nucleares”, un mantra que los funcionarios de la administración siguen repitiendo. Sin embargo, no está del todo claro qué significa esto.
Los analistas se preguntan: ¿Cómo puede Estados Unidos “reducir el papel de las armas nucleares”?
¿Cómo lo hace en un mundo en el que Rusia, China e incluso Corea del Norte siguen desplegando nuevas capacidades nucleares como parte de programas iniciados hace al menos 10 años -durante los cuales Estados Unidos aún no ha desplegado un nuevo sistema nuclear?
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