El bombardero B-1 Lancer de la Fuerza Aérea de Estados Unidos se está utilizando para localizar y rastrear la pesca ilegal en el Pacífico, en torno a las Islas Galápagos de Ecuador.

Se trata de una aplicación única para el enorme bombardero estratégico, pero al parecer no es la primera vez que el B-1 se utiliza como herramienta para hacer cumplir la ley.

Un comunicado de la Fuerza Aérea explicó que “durante esta misión, las tripulaciones aéreas del B-1 se integraron con las naciones asociadas en el AOR del USSOUTHCOM, repostaron en el aire con el apoyo de los aviones cisterna de la Base Aérea de MacDill, y contrarrestaron las operaciones de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (IUU) frente a la costa de Ecuador en las proximidades de las Islas Galápagos”.

“Este tipo de compromiso militar regional fortalece nuestra asociación con Ecuador y Panamá y mejora la interoperabilidad y mejora nuestra preparación colectiva para una gama de posibles operaciones futuras – desde el alivio de desastres a la asistencia humanitaria a las operaciones de seguridad”, explicó el comunicado de la Fuerza Aérea. “Cuando nuestras fuerzas se entrenan unas junto a otras, mejoramos nuestra capacidad de trabajar juntos en tiempos de crisis”.

“Hay ciertas cosas que solo los aviadores del Mando de Ataque Global de la Fuerza Aérea pueden hacer, y esta es una de ellas. Basándonos en los aviadores que tenemos en esta sala, podemos volar en esta misión y luego darnos la vuelta y regenerarnos en cuestión de horas; lo hacemos parecer fácil, pero es un trabajo duro”, dijo el coronel John C. McClung, comandante del 7º Grupo de Operaciones en el comunicado.

La versatilidad del B-1

Aunque el bombardero B-1 es una plataforma de la época de la Guerra Fría diseñada para realizar misiones de ataque nuclear, durante la participación de Estados Unidos en Afganistán destacó como plataforma de apoyo aéreo cercano de respuesta rápida y ataque de precisión. Aprovechando las armas de precisión, el B-1 fue capaz de cubrir a las tropas en tierra, a pesar de no haber sido diseñado para ello.

Sin embargo, el ocaso del B-1 está a punto de llegar. A pesar de su utilidad en Oriente Medio, los bombarderos tendrían menos posibilidades de sobrevivir durante un conflicto entre iguales contra un oponente con una sólida capacidad de defensa aérea. Las Fuerzas Aéreas prevén retirar toda la flota de bombarderos B-1 Lancer para 2036.

El coronel Joseph Kramer, comandante del 7º BW, “felicitó a las tripulaciones aéreas por su partida y señaló la importancia estratégica de la misión”, según el comunicado del Ejército del Aire.

“Estamos en competencia en nuestro propio hemisferio”, dijo. “Estas misiones de bombarderos demuestran nuestra capacidad para responder a las amenazas en el complejo, dinámico y volátil entorno de seguridad global de hoy en día, en cualquier momento y en cualquier lugar”.

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Redacción
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