Como trascender a través de información exclusiva de Reuters, el principal enviado de Vladimir Putin a Ucrania le dijo al líder ruso cuando comenzó la guerra que había llegado a un acuerdo provisional con Kiev. Este estipulaba que Ucrania se mantuviera fuera de la OTAN, pero Putin lo rechazó y siguió adelante con su campaña militar.
El enviado de origen ucraniano, Dmitry Kozak, dijo a Putin que creía que el acuerdo que había logrado eliminaba la necesidad de que Rusia llevara a cabo una ocupación a gran escala de Ucrania, según estas fuentes. La recomendación de Kozak a Putin para que adopte el acuerdo ha sido reportada por Reuters por primera vez.
Antes de la guerra, Putin había afirmado en repetidas ocasiones que la OTAN y su infraestructura militar se estaban acercando a las fronteras de Rusia al aceptar nuevos miembros de Europa del Este, y que la alianza se estaba preparando para incluir a Ucrania. Putin dijo públicamente que eso representaba una amenaza existencial para Rusia, lo que le obligó a reaccionar.
Pero, a pesar de haber apoyado antes las negociaciones, Putin dejó claro, cuando se le presentó el acuerdo de Kozak, que las concesiones negociadas por su ayudante no iban lo suficientemente lejos y que había ampliado sus objetivos para incluir la anexión de franjas de territorio ucraniano, dijeron las fuentes. El resultado: el acuerdo fue abandonado.
Preguntado por las conclusiones de Reuters, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo: “Eso no tiene absolutamente ninguna relación con la realidad. Nunca ocurrió tal cosa. Es una información absolutamente incorrecta”.
Kozak no respondió a las peticiones de comentarios enviadas a través del Kremlin.
Mykhailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano, dijo que Rusia había utilizado las negociaciones como cortina de humo para preparar su invasión.
Planes de invasión
Incluso si Putin hubiera accedido al plan de Kozak, sigue siendo incierto si la guerra habría terminado. Reuters no pudo verificar de forma independiente que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, o altos funcionarios de su gobierno estuvieran comprometidos con el acuerdo.
Kozak, de 63 años, ha sido un leal lugarteniente de Putin desde que trabajó con él en la década de 1990 en la alcaldía de San Petersburgo.
Kozak estaba bien situado para negociar un acuerdo de paz porque desde 2020 Putin le había encargado que dirigiera las conversaciones con sus homólogos ucranianos sobre la región de Donbás.
Kozak también fue uno de los presentes cuando, tres días antes de la invasión, Putin reunió a sus jefes militares y de seguridad y a sus principales ayudantes en la sala Yekaterinsky del Kremlin para una reunión del Consejo de Seguridad de Rusia.
Seis meses después del inicio de la guerra, Kozak sigue en su puesto de jefe de gabinete adjunto del Kremlin. Pero ya no se ocupa del expediente de Ucrania.
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