Giorgia Meloni se convertirá en la primera mujer que preside el gobierno más derechista de Italia desde la Segunda Guerra Mundial, tras liderar la alianza conservadora en las elecciones del domingo.
“Espero que durante al menos cinco años sigamos adelante sin cambios, sin giros, priorizando las cosas que tenemos que hacer”, dijo Matteo Salvini, líder del partido de la Liga, que es uno de los principales aliados de los Hermanos de Italia de Meloni.
Los resultados casi definitivos mostraron que el bloque derechista, que también incluye a Forza Italia de Silvio Berlusconi, debería tener una sólida mayoría en ambas cámaras del parlamento, poniendo potencialmente fin a años de agitación y frágiles coaliciones.
Un historial con manchas
Meloni resta importancia a las raíces posfascistas de su partido y lo presenta como un grupo de tendencia general, como los conservadores británicos. Ha prometido respaldar la política occidental sobre Ucrania y no correr riesgos con las frágiles finanzas de Italia.
Meloni, que se ha manifestado en contra de lo que denomina “el lobby LGBT” y de la inmigración masiva, adoptó un tono conciliador en su discurso de victoria en las primeras horas del lunes.
“Si se nos pide que gobernemos esta nación, lo haremos para todos los italianos, con el objetivo de unir al pueblo y centrarnos en lo que nos une y no en lo que nos divide”, dijo a sus seguidores. “Es el momento de ser responsables”.
Meloni se enfrentará a una lista abrumadora de desafíos, como el aumento de los precios de la energía, la guerra en Ucrania y una nueva desaceleración en la tercera economía de la zona euro.
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Hoy solo diré esto: Noi Siamo Giorgia