El próximo martes 8 de noviembre, Estados Unidos se convertirá en el escenario donde se disputarán las elecciones de medio término que incluyen renovación de bancas tanto el Senado como en la Cámara de Representantes, y que marcarán la agenda política del país de cara a las elecciones presidenciales del año 2024. Del mismo modo son el termómetro que medirá el nivel de aceptación que tiene hasta ahora la administración de Joe Biden.
Demócratas y republicanos tienen sus objetivos puestos en conservar o recuperar la mayoría de ambas cámaras en el Congreso. En este sentido, actualmente quien posee la mayoría es el partido demócrata pero sin embargo, con tan solo unos pocos votos en siete estados clave, eso podría revertirse dado el estrecho margen que les permitió la victoria en el año 2020.
Son 435 los escaños en la Cámara de Representantes y 35 en la Cámara de Senadores (un tercio del total) que están en juego estas elecciones. Dado este contexto, para lograr controlar la Cámara de Representantes, un partido político tiene que ganar al menos 218 bancas de los 435 totales, mientras que para el Senado, necesitan obtener entre 22 y 26 bancas respectivamente.
Ahora bien, en relación a la situación ideal de cada partido para lograr una victoria electoral, se entiende que, por un lado, el Partido Republicano para recuperar el control del Senado necesita ganar 22 de las 35 sillas que están en juego y así poder ocupar 51 de los 100 escaños totales en la Cámara Alta.
Por su parte, el Partido Demócrata necesita al menos 50 escaños para mantener el control que poseen actualmente del Senado, y teniendo en consideración que también cuentan con el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris, ese resultado les asegura la mayoría.
En esta línea, los pronósticos de “Inside Elections” arrojaron que el Partido del ex presidente Donald Trump, tiene aseguradas 20 bancas, y necesita 22 para alcanzar la mayoría. Por otro lado, para el partido del actual presidente Joe Biden pronosticó que hasta el momento solo tiene a su favor 12 bancas, y necesita de 14 para mantener la mayoría que posee actualmente.
En cuanto a la Cámara de Representantes, “Inside Elections” sostuvo que son los republicanos quienes se consideran actualmente como los favoritos para ganar 212 escaños, mientras que los demócratas podrían ganar 205 escaños. Quedando de esta manera 18 asientos catalogados como “ni de uno ni de otro”.
Del mismo modo, hay que tener en consideración el dato respecto a cuáles son los Estados que definirán las elecciones legislativas de medio término. Tales son: Arizona, Georgia, Michigan, Pennsylvania, Wisconsin, Nevada y Ohio. Estos son estados considerados como “bisagras”, ya que no son controlados por la mayoría de ningún partido y en cada elección tienen que ser disputados hasta el último voto para poder ajustar los escaños necesarios. Los Partidos ponen mucho énfasis en apelar a temas sensibles y de interés que impulsan a la gente de estos Estados a votar.
Finalmente, queda preguntarse ¿qué se pone en juego en esta elección?. por un lado se medirá la aceptación que tienen – o no – los ciudadanos respectos a los 2 años de gestión de la administración de Joe Biden. Por otro, estas elecciones también medirán el alcance del poder que tiene el magnate empresario Donald Trump tras haber “dominado” el Partido Repblicano, tal como señala el actual presidente norteamericano “no hay duda de que el Partido Republicano está hoy dominado, impulsado e intimidado por Donald Trump y los republicanos del MAGA (Make America Great Again)”.
Agregando además, que este control “semifascista” de Donald Trump es una amenaza para la democracia y para el país. En la actualidad, los demócratas tienen el control Ejecutivo y la mayoría en el Congreso, pero sin embargo, de revertirse esta situación en la balanza de poderes, los republicanos quedarían al menos los próximos dos años con mayoría en el Congreso y en la Corte Suprema, dos de las tres ramas del poder político en Estados Unidos.
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