Este lunes, Corea del Norte afirmó que los recientes lanzamientos de misiles fueron “ataques simulados” contra Corea del Sur y Estados Unidos, ya que ambos países se encontraban realizando ejercicios aéreos conjuntos con una duración de seis días. Según norcorea, los ejercicios de su vecino con el gigante norteamericano, titulados “Vigilant Storm”, fueron una “provocación abierta destinada a aumentar intencionalmente la tensión, de naturaleza muy agresiva”.
En este contexto es donde se lleva a cabo la prueba de múltiples misiles por parte de Corea del Norte, incluido un misil balístico intercontinental (ICBM) fallido. Uno de los misiles probados cayó frente a las costas de Corea del Sur, motivo por el cual países como Estados Unidos, Japón y Seúl decidieron conversar multilateralmente como una forma de alerta y condena hacia el accionar norcoreano.
Estos lanzamientos culminan con un año récord de pruebas de misiles norcoreanos, donde el último ejercicio simuló ataques contra bases aéreas y aviones. En medio de las tensiones hubo también disputas sobre la dirección de los misiles, ya que Corea del Norte afirmaba que los misiles crucero fueron lanzados hacia las aguas de Ulsan, algo que Corea del Sur negó por no haber rastreado misiles cerca de allí.
Por lo pronto, recientes fotografías publicadas por medios estatales norcoreanos parecen indicar un nuevo tipo de ICBM en construcción que no se había informado. Según los expertos, el diseño “no corresponde a uno que se haya visto antes” y que podría encajar también con una nueva ojiva del ICBM Hwasong-15 norcoreano que se probó en 2017.
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Los misiles que Norcorea lance por fuera de sus fronteras deben ser interceptados en el aire, los países vecinos no deben admitir más bravuconadas de esta dictadura subsidiaria China.