Desde mediados de octubre, el gobierno de Vladimir Putin ha atacado de forma intensiva y letal la infraestructura civil de Ucrania, generando un impacto en la economía del país. El ejército ruso llevó a cabo ataques con éxito sobre el 40% de las redes eléctricas ucranianas, con una combinación de misiles y aviones no tripulados de origen iraní. 

Del mismo modo ha bombardeado instalaciones energéticas junto con presas hidroeléctricas, dejando a más de un millón de ucranianos sin electricidad ni agua. Frente a esto, algunos economistas prevén que la economía de Kiev se reducirá al menos un 35% en 2022, y Naciones Unidas calcula que nueve de cada diez ucranianos podrían alcanzar la línea de pobreza para el mes de diciembre. 

Fuente: Foreing Affairs.

En este sentido, es Occidente quien se enfrenta a un nuevo desafío para lograr impedir que Putin destruya Ucrania. Tanto Estados Unidos como Europa deben actuar de forma integral y conjunta para garantizar que Ucrania sobreviva al invierno, adoptando una serie de medidas tales como: más ayuda financiera adicional, equipos para restablecer la electricidad y la calefacción, y sistemas de defensa aérea para proteger la infraestructura ucraniana del continuo ataque de los misiles rusos. 

A corto plazo, se calcula que Occidente puede ayudar a Ucrania a reparar su red eléctrica. Por ejemplo, Lituania ya está enviando piezas técnicas, más que todo transformadores y cables eléctricos, para reparar las centrales eléctricas. Muchas de las piezas que se necesitan con urgencia requieren una larga espera, por lo que los países occidentales pueden presionar a las empresas que las fabrican, como Siemens, para que pongan a Kiev como prioridad.

Fuente: Foreing Affairs.

Tal ayuda podría llegar a ser suficiente y garantiza  a Ucrania la posibilidad de salir de un invierno frío y desalentador, prepararlo para la recuperación una vez que el conflicto terminó, y del mismo modo, lograr un cuidado integral de los ciudadanos ucranianos que se encuentran en el país. Quienes son las principales víctimas que viven en la cotidianidad las consecuencias de una guerra. 

Se entiende que la ayuda económica que Occidente le brinda a Ucrania es igual de importante como los sistemas de armamento que se entregan. Ya que sin la inyección de 8.500 millones de dólares de Washington, la economía ucraniana habría colapsado y quebrado de forma rápida. Gracias en parte a esa ayuda, también el sistema bancario, los ferrocarriles y los hospitales del país siguen funcionando. Sin embargo, afirman expertos económicos que Ucrania se enfrenta a un déficit presupuestario de entre 5.000 y 6.000 millones de dólares al mes, lo que obliga al Ministerio de Hacienda ucraniano a luchar para que los servicios estatales no se vean amenazados.

Fuente: Foreing Affairs

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Redacción
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