Durante los últimos días de noviembre, el gobierno de España ha interceptado múltiples “cartas bomba” a varias oficinas gubernamentales, como las del presidente Pedro Sánchez y las embajadas de Estados Unidos y Ucrania. Esto llevó a que las autoridades tuvieran que aumentar las medidas de seguridad en los consulados y edificios administrativos públicos luego de impedir el ingreso de estas cartas que contenían “material pirotécnico”, como la que explotó en la embajada de Ucrania el pasado miércoles y lesionó el dedo de un empleado que la inspeccionaba; o como la enviada el 24 de noviembre a la oficina de Sánchez. 

La policía nacional dijo que se estaban investigando estos hechos, y el secretario de Seguridad del Estado de España, Rafael Pérez, afirmó que desde entonces se han detectado otras tres cartas bomba con material similar. En una conferencia de prensa en Madrid, declaró que “las medidas de protección han funcionado, excepto en el caso de la Embajada de Ucrania, y se han evitado heridos”. Aunque no señaló un motivo específico, puntualizó en que la Audiencia Nacional española pidió “prudencia” frente a lo sucedido y que se encuentran indagando lo ocurrido como posibles actos de terrorismo. 

Oficiales de seguridad frente al Ministerio de Defensa en Madrid el jueves. Fuente: Reuters

El paquete que llegó a la Embajada de Ucrania el miércoles estaba dirigido a Serhii Pohoreltsev, embajador de Ucrania en España, mientras que otra carta bomba fue enviada a la sede de Instalaza, una empresa española que fabrica armas y equipos militares y que algunos de ellos fueron enviados como ayuda a las fuerzas ucranianas. Por otro lado, la Embajada de los Estados Unidos confirmó que allí se había recibido un paquete sospechoso y que no solo estaban al tanto de los informes de otros paquetes enviados a otras partes de España, sino que también agradecieron a “las fuerzas del orden españolas por su ayuda durante esta situación”. La cuarta carta bomba fue dirigida al director del Centro de Satélites de la Unión Europea, que proporciona análisis de seguridad para el bloque, y otra estuvo dirigida a la ministra de Defensa española, Margarita Robles. 

Entre las medidas de seguridad que se implementaron y se implementarán se encuentra el aumento de patrullas y agentes de seguridad, alertas específicas para que los mensajeros filtren el correo con más cuidado y un mayor envío de equipos de desactivación de bombas para realizar una detonación controlada de la carta bomba. Además, la policía se encuentra analizando los paquetes en busca de huellas dactilares y ADN y realizando pruebas de escritura a mano. Lo que sí es certero es que este tipo de armas no son nuevas, ya que son artefactos explosivos improvisados diseñados para parecer inocuos desde el exterior y mutilar o matar a quien los abra.

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Redacción
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1 COMENTARIO

  1. Este tipo de atentados, y a quienes fueron dirigidos, tienen cierta relación con grupos paramilitares privados rusos, que se encuentran operando gracias a empresarios amigos de Putin. A la inteligencia rusa tampoco se la puede descartar, aunque ellos en vez de explosivos usan veneno radiactivo.

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