La nueva cumbre del Mercosur se da en un contexto de crisis provocado por las negociaciones unilaterales de Uruguay en sumarse al Acuerdo Transpacífico (CPTPP), una plataforma de libre comercio que integran 11 países pero que es incompatible con los compromisos asumidos por la unión aduanera del Mercosur.
Para esto, el gobierno de Alberto Fernández diseñó una hoja de ruta para avanzar en el comercio regional y potenciar las cadenas productivas. La estrategia para enfrentar a Uruguay.
Se estableció un plan que Argentina dispone a ejecutar en los próximos seis meses de presidencia pro témpore del bloque: es decir, la necesidad de dejar atrás la crisis desatada con Uruguay, impulsar el comercio internacional del bloque y establecer el desarrollo de un programa destinado a priorizar una “integración competitiva de las redes productivas” en cadenas regionales.
La estrategia de avanzar en una acción diplomática coordinada por Argentina, Brasil y Paraguay en estos días para emplazar a Uruguay con eventuales sanciones por avanzar con sus negociaciones comerciales unilaterales no fue casual.
Allegados a Alberto Fernández confirmaron a El Cronista que la idea del Gobierno es avanzar con este plan para dejar atrás el traspié y evitar un conflicto mayor en la asociación.
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