El pasado lunes, los partidos políticos chilenos sellaron un acuerdo para poder avalar que el país inicie un nuevo proceso institucional, en miras de reemplazar la constitución impuesta por una dictadura militar hace cuatro décadas. Este segundo intento fue anunciado por los 14 partidos, quienes tardaron poco más de tres meses en alcanzar un acuerdo. En pocas palabras, una comisión de 24 expertos designada por el Congreso preparará un anteproyecto constitucional, que será la base para que 50 personas electas democráticamente elaboren la nueva carta magna.
En este sentido, el Consejo Constitucional que elaborará el borrador será paritario y contará además con representantes indígenas, miembros que tendrán cinco meses para redactar otro proyecto de constitución. El mismo deberá ser aprobado o rechazado en un plebiscito de participación obligatoria hacia fines de 2023. Se espera que los expertos designados y los convencionales que sean electos deberán trabajar sobre principios constitucionales ya establecidos y delimitados, como que Chile es un Estado unitario con separación de poderes, el reconocimiento constitucional de sus 11 pueblos indígenas como parte de la nación chilena o el reconocimiento de derechos y libertades fundamentales.
Se sabe que el Partido Republicano no quiere reemplazar la carta magna vigente desde la dictadura militar, y en la jornada de acuerdos del lunes, se apartó de la firma el populista Partido de la Gente porque quería que los expertos también fueran electos. Además, surgieron muchas dudas anteriores sobre quiénes y cuántos escribirían la nueva carta magna y cómo serían elegidos, ahondando así las diferencias. Por suerte los bloques menos decididos lograron ceder al acuerdo, contando también con un “árbitro” velará por la neutralidad y respeto de las 12 bases constitucionales.
Por último, el acuerdo ahora deberá ser aprobado con los votos de los 4/7 del congreso -29 senadores y 89 diputados- , para habilitar que los chilenos voten sobre una segunda constitución. Se espera que ahora sí ocurra, ya que el primer proceso constituyente surgió en octubre de 2019 y derivó en un plebiscito un año después, donde el 78% del electorado dijo que quería una nueva carta magna -escrita por una convención electa 100%- pero finalmente fue rechazado en las urnas.
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jajaja, siempre que hablan de la Constitución de la República, vigente desde el Gobierno Militar/de Reconstrucción Nacional encabezado por el general Augusto Pinochet Ugarte, y actualizada el 2005 por el presidente Ricardo Lagos, hablan de la “constitución de la dictadura”. Asúmanlo, el período más virtuoso de Chile en las tres últimas décadas se debió a ESA carta magna…
Boric quiere ser un Maduro, pero que tenga cuidado de no pudrirse en el intento.