Recientemente, HSBC Holdings Plc dio a conocer la noticia de que ya no financiará nuevos proyectos de exploración y explotación en campos de petróleo y gas o infraestructura relacionada. Esto se enmarca en un movimiento que, según diversos activistas climáticos, colocará a la compañía financiera por delante de muchos pares en lo que refiere a la lucha contra el calentamiento global.
El banco, cuya sede se ubica en Londres, anunció la medida el pasado miércoles como parte de una actualización en su agenda energética. La misma fue analizada e informada por “organismos científicos e internacionales” junto con el análisis de las posibles vías que limiten el aumento de la temperatura global a 1,5 °C., y alcanzará tanto préstamos como suscripción de deuda, manifestaron desde la entidad.
En este sentido, es de conocimiento que HSBC se encuentra entre los mayores financistas globales de las empresas de combustibles fósiles, proporcionando alrededor de USD $111 mil millones de deuda desde que se firmó el acuerdo climático de París a fines de 2015 (el segundo más alto entre los prestamistas europeos). Como consecuencia de esto, la empresa ha sido criticada por diferentes activistas climáticos, quienes tomaron su sede en la zona financiera de Canary Wharf, Londres, como punto de frecuentes protestas.
Frente a esto, la nueva política anunciada el miércoles “muestra el camino para otros bancos”, particularmente para aquellos que “afirman que son líderes climáticos pero que continúan financiando compañías de petróleo y gas”, afirmó Lucie Pinson, directora de Reclaim Finance, una organización ambiental sin fines de lucro. Sin embargo, Pinson aclaró que HSBC deberá aclarar si se procederá también a detener el financiamiento para los desarrolladores de petróleo y gas, al mismo tiempo que otros bancos “deberían seguir su ejemplo y mantenerse firmes detrás de 1.5C”.
Por su parte, desde HSBC sostuvieron que se continuarán brindando financiaciones corporativas y servicios de asesoría a clientes provenientes del sector energético, haciendo alusión a un informe de la Agencia Internacional de Energía que indica que dicho financiamiento e inversión en campos de petróleo y gas existentes todavía serán necesarios para lograr una transición energética ordenada. Asimismo, se advirtió que dichas empresas deben contar con planes de transición que sean consistentes con los objetivos de emisiones financiadas por el banco para 2030 y su compromiso de emisiones cero previstas para el año 2050.
Fuente: Bloomberg.
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