El pasado miércoles 4 de enero, el canciller argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello, mantuvo una reunión con el subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Brian Nichols, que tuvo lugar en la sede de la representación diplomática argentina en Washington. En dicho encuentro, el embajador argentino entregó en mano al vicecanciller para las Américas la invitación formal de parte del presidente Alberto Fernández dirigida a Joe Biden para participar como invitado especial en la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que tendrá lugar en Buenos Aires el día 24 de enero de 2023. 

Sin embargo, más allá del gesto de invitación al mandatario norteamericano, Argüello y Nichols repasaron el estado de las relaciones bilaterales y analizaron los resultados de las múltiples visitas de alto nivel que tuvieron lugar en ambos sentidos.  En este sentido, el canciller argentino le transmitió a Nichols algunas consideraciones respecto del impacto negativo que podría generar la Ley para la Reducción de la Inflación – sancionada por Estados Unidos – en el comercio bilateral.

El canciller argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello (izquierda) junto al subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Brian Nichols (derecha).

Tal como lo han planteado otros socios comerciales de Estados Unidos, al igual que Jorge Argüello en varias ocasiones y diversos niveles del gobierno, esa disposición, que concede subsidios a vehículos eléctricos condicionados al contenido norteamericano de minerales críticos para baterías, podría incentivar un redireccionamiento de las exportaciones argentinas de litio a otros mercados. 

En tal sentido, el canciller argentino transmitió el interés argentino de que se clarifiquen ciertas disposiciones con el fin de no afectar el flujo de exportaciones que han llevado a que Argentina sea el primer proveedor de litio a los Estados Unidos. Entendiendo que la industria automotriz transita actualmente por ambiciosos programas de electromovilidad que son incentivados por diversas políticas públicas cuyos objetivos son los de procurar sistemas de transporte sustentables.

Preocupación generalizada

Es por ello que la reciente promulgación de la Ley para la Reducción de la Inflación, firmada por el presidente Joe Biden en agosto de este año, ha generado una creciente preocupación tanto en las empresas automotrices y mineras como en el gobierno argentino – segundo país del mundo en reservas probadas de litio y cuarto en capacidad de producción – y las autoridades de otros países proveedores de los Estados Unidos. 

Esa ley, que aún no está reglamentada, dispuso incentivos para la producción de vehículos eléctricos y sus componentes. En este sentido, la norma prevé préstamos de hasta 7.500 dólares directos al consumidor para vehículos eléctricos nuevos y 4 mil dólares para vehículos eléctricos usados, pero la cuestión radica en que posee el requisito de que una parte de los minerales de las baterías debe, para poder calificar, haber sido extraída o procesada en Estados Unidos o en los países con los que Argentina tiene tratados de libre comercio.

Esto podría constituir un serio obstáculo para algunos de los objetivos planteados por ambos países, junto con la necesidad de garantizar las exportaciones de litio de Argentina, e incentivar inversiones para que la industria argentina pueda crecer en términos de valor agregado a lo largo de la cadena

Fuente: El Cronista.

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Redacción
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