Las principales economías del mundo, entre ellas, Estados Unidos, China, Japón, se encuentran en la búsqueda activa de nuevas fuentes de litio, un mineral considerado como elemento clave en la transición de la economía mundial de los combustibles fósiles a las energías renovables. Fundamental también para la adopción masiva de vehículos eléctricos, unidades de almacenamiento de energía claves para las redes eléctricas y baterías para computadoras portátiles y teléfonos celulares. 

La demanda exponencial de este mineral está elevando la importancia de los países del “Triángulo de litio” de Argentina, Bolivia y Chile, que poseen el 60% estimado de las reservas mundiales de litio de América Latina. Por lo que especialistas afirman que existe el riesgo de que aquellos países que no se involucren en el Triángulo de Litio en el siglo XXI sea considerado como quedarse fuera del desarrollo del petróleo de Medio Oriente en el siglo XX; la clave sigue siendo acceder a las fuentes de energía. 

En este sentido, durante el año 2021, Argentina y Chile registraron la producción de casi el 30% del litio en el mundo, seguido por Australia y, en menor medida, China, Brasil y Portugal. Para los países del “Triángulo del litio” esta situación potenció ademas el interes de varios paises desarrollados en proyectos de exploracion y explotacion en sus territorios, siendo China un importante socio comercial y prestamista de fondos de desarrollo a través de sus bancos estatales;de hecho, se registró que el gigante asiatico realizar prestamos de inversion de $17,100 millones a Argentina y $3,400 millones a Bolivia entre 2005 y 2020. 

Por otra parte, un país con el que China ha sido particularmente activo en tratar de reforzar el compromiso es Bolivia. Los esfuerzos de China para involucrarse en la industria del litio de Bolivia datan del contexto en el que el país sudamericano se encontró bajo el liderazgo del presidente Evo Morales (2006-2019), quien adoptó una postura a favor de China en muchos temas de política exterior y se constituyó en un socio acogedor para el gigante asiatico además de ser el líder de un país con grandes volúmenes de recursos naturales. 

En cuanto a Estados Unidos, el país ha buscado ser más proactivo en ayudar a las empresas estatales de litio. La mayor parte del apoyo está orientado dentro de Estados Unidos así como hacia sus socios México y Canadá, lo que ha generado un alto grado de frustración dentro de la industria del litio, que sumado al bajo apoyo del gobierno norteamericano a la búsqueda de proyectos en Bolivia desde 2008 y el proteccionismo afirmado en la Ley de Reducción de la Inflación (que genera complicaciones en el proceso de valor agregado para algunos países), ha llevado a optar por el apoyo de países como China o Rusia. 

De hecho, la descalificación de la estadounidense EnergyX en Bolivia durante el año 2022, para un proyecto de litio, llevó al director general de la empresa a declarar: “China y los países asiáticos hacen la mayor parte de la inversión en América del Sur y realmente nos estamos quedando atrás. China literalmente está invirtiendo miles de millones, Corea está invirtiendo miles de millones, Rusia está tratando de invertir miles de millones”.

Coche Global

Factores a sortear

Sin embargo, pese al interés y los esfuerzos puestos en el mineral, expertos afirman que la capacidad de China, Estados Unidos y otros países para obtener litio en Argentina, Bolivia y Chile es complicada ya que debe tener en cuenta una serie de factores. Estos incluyen preocupaciones ambientales, derechos de los pueblos indígenas, la naturaleza de los regímenes legales nacionales que definen las reglas y regulaciones relacionadas con la minería, la corrupción, la ubicación del proyecto, los costos de capital y los plazos de entrega ya que las minas de litio requieren entre tres y siete años para construirse y estar operativas. 

Asimismo, si se piensa en el futuro, el camino hacia la revolución verde verá a Argentina, Bolivia y Chile vincularse de forma más intensa con China, Estados Unidos y otros países. La esperanza por la transición hacia lo ecológico se topará con la realidad de que, si bien el litio es un mineral que existe en abundancia en el Triángulo de litio, será un proceso complicado sacarlo del suelo y, finalmente, poder concluir con el objetivo final como es el vehículo eléctrico, entre otros.

Fuente: Global Americans.

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Redacción
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