En el marco de la VII Cumbre de Jefes y Jefas de Estados de la CELAC, celebrada en la Ciudad de Buenos Aires, los presidentes de Brasil y Argentina dieron la noticia de que buscarán reactivar el plan para la creación de la moneda común. La misma – que especulan se llamará “sur” – pretende actuar como acelerador del proceso de integración regional en América del Sur.
Según el nuevo presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el foco de dicha medida se centra en desarrollar una unidad de valor compartida para el comercio bilateral a fin de reducir la dependencia sudamericana del dólar estadounidense. Luego del anuncio, se generaron una serie de especulaciones respecto a una posible nueva unión monetaria mundial.
En este sentido, según los informes brindados desde ambos países, la nueva moneda no reemplazará al real brasileño ni al peso argentino, pero correrá junto a ellos. Y si bien aún no está claro cómo se valoraría esta nueva unidad monetaria, fuentes del gobierno brasileño afirman que la cartera de economía de Brasil está considerando las monedas estables como una posible referencia.
En el caso de que dicha medida tenga éxito, el “sur” podría convertirse en la segunda moneda internacional más utilizada, considerando su mercado de circulación – compuesto de alrededor de 260 millones de personas – y el volumen del PIB de las dos naciones más grandes de sudamérica. Especialistas afirman que esta decisión no implicaría el fin del dólar en la región, si socavaría aún más su condición de moneda de reserva mundial.
Por su parte, el ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, afirmó recientemente que Brasil y Argentina invitarán a otros países latinoamericanos a unirse, pero pidió paciencia, citando la dificultad de la integración comercial ya que formar una moneda conjunta no es fácil. En este punto, Massa ejemplo con el caso de la Unión Europea, que tardó 35 años en crear el euro.
Análisis diversos
En cuanto a las reacciones globales de esta decisión, muchos analistas fueron escépticos con la idea de una moneda compartida entre Brasil y Argentina, principalmente debido a las discrepancias asimétricas entre las dos economías. Brasil, miembro del grupo BRICS, ha disfrutado de una relativa estabilidad económica en los últimos años, mientras que Argentina atraviesa una inestabilidad económica desde hace décadas.
Pero también hubo quienes remarcaron que una moneda conjunta ayudaría a integrar el comercio regional entre dos de los principales exportadores de alimentos del mundo, añadiendo que la medida significa un mayor control sobre los recursos clave.
Argentina, una importante potencia agrícola, es también una de las mayores fuentes de litio del mundo – considerado como el “petróleo nuevo” -. Mientras que Brasil es un país industrializado, que posee abundante petróleo, metales, recursos de agua dulce, etc.; lo que sumado, podría convertir a la nueva moneda en un actor importante en el sistema financiero mundial.
¿Posible Unión Monetaria?
Sin embargo, y en cuanto a la posible creación de una unión monetaria, funcionarios brasileños y argentinos han minimizado la idea de una unión monetaria, argumentando que el objetivo real de su propuesta es principalmente impulsar el comercio bilateral. Analistas afirman que una unión monetaria completa es una perspectiva lejana.
Fuente: The Río Times.
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