Durante una entrevista, el general de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Glen VanHerck, afirmó a los periodistas que el Pentágono todavía no descarta la posibilidad de que los tres objetos voladores no identificados, que fueron derribados durante el fin de semana en América del Norte, sean de origen “extraterrestre”.
Cuando se le preguntó si se había descartado la participación de “alienígenas o extraterrestres”, respondió: “Dejaré que la comunidad de inteligencia y la comunidad de contrainteligencia se den cuenta de eso. No he descartado nada”. Al tiempo que sostuvo que los servicios de inteligencia están explorando “todas las posibilidades” en lo que respecta al origen de la nave “octogonal”.
En este sentido, si bien el “dirigible” de gran tamaño que fue derribado por cazas F-22 de Estados Unidos el pasado 4 de febrero fue relacionado de manera concluyente con China, los otros tres objetos que se avistaron durante el fin de semana sobre Alaska, Michigan y Canadá han sido más difíciles de clasificar. Según el general norteamericano, la naturaleza exacta de los mismos sigue “sin estar clara”.
Además, de acuerdo a los testimonios de los pilotos enviados para interceptar los objetos, explicaron que no pudieron determinar con precisión qué los impulsaba, al tiempo que otro informó que la nave parecía estar interfiriendo con los sensores electrónicos de su F-22.
Por otra parte, si bien no se cree que los objetos hayan representado una amenaza directa para las personas o las instalaciones en tierra, sus rutas de vuelo los convirtieron en un peligro potencial para las aeronaves civiles. En línea a esto, un portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos afirmó: “Su trayectoria y altitud generaron preocupaciones, incluido que podría ser un peligro para la aviación civil”.
Por su parte, el general VanHerck agregó: “Creo que esta es la primera vez dentro de los Estados Unidos o el espacio aéreo estadounidense que NORAD o el Comando Norte de los Estados Unidos ha tomado una acción cinética contra un objeto en el aire”. Y continuó: “La ubicación elegida para este derribo nos brindó la oportunidad de evitar el impacto a las personas en el suelo y al mismo tiempo mejorar las posibilidades de recuperación de escombros. No hay indicios de civiles heridos o afectados”.
Sin embargo, este suceso dio lugar a una serie de explicaciones – y especulaciones -, algunos expertos en defensa sostienen, por el contrario, que los objetos misteriosos son de origen chino, y que recién ahora están siendo recogidos porque el ejército de Estados Unidos se puso en alerta máxima después del derribo del 4 de febrero. Al tiempo que se han sugerido otras posibles explicaciones.
Fuente: Daily Star.
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