En recientes declaraciones, altos mandos norteamericanos declararon que las acciones de China y su presencia en la región latinoamericana “plantean riesgos para la seguridad de los Estados Unidos”, como el anuncio de un nuevo financiamiento de un puerto de contenedores por tres mil millones de dólares. Entre otros movimientos, considerados como riesgosos por Estados Unidos, se encuentra el establecimiento de una estación de monitoreo espacial cerca del Estrecho de Magallanes y la compra de operaciones mineras de litio en tres países sudamericanos.
Según lo expresado por la General del Ejército y máxima oficial del Comando Sur, Laura Richardson, ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, las actividades chinas son una “marcha implacable” para reemplazar a Estados Unidos como líder en la región. Asimismo, se mostró preocupada por “las capacidades de uso dual de estas empresas estatales y las empresas china” que “amplían su alcance en el hemisferio”, ya que se trata de un riesgo que su país no puede aceptar ni ignorar.
Entre los casos tal vez más preocupantes para el gigante norteamericano de presencia china en América Latina se encuentran la estación de la Agencia Espacial China en Argentina y el sistema de telecomunicaciones en México, el cual proviene de Beijing en un 80%. Según el general de la Fuerza Aérea Glen VanHerck, quien encabeza el Comando Norte, las amenazas se encuentran constantemente considerando que en 21 naciones del área de responsabilidad del Comando Sur participan en la iniciativa de la Franja y la Ruta de China.
La cooperación con China, o la sumisión según Estados Unidos, de estos países latinoamericanos abarcan desde puertos, carreteras, aeródromos, espacio, cibernética y telecomunicaciones. Por ejemplo, el país desconfía ampliamente de la empresa de telecomunicaciones china Huawei y sus riesgos a la seguridad nacional. En este contexto, las intrusiones cibernéticas de las que China ha participado, junto a Rusia y otros países, no solo demuestra la gran presencia del gigante asiático en la región sino también las vulnerabilidades en la infraestructura estadounidense, en palabras de lacivil senior del Pentágono Melissa Dalton.
A su vez, Richardson no solo comentó sobre el aumento del comercio en estas naciones latinoamericanas con China, sino también sobre la presencia militar que es cada vez mayor. La general citó la voluntad de Beijing de cubrir los costos de enviar oficiales de la región a China para estudiar en sus escuelas militares., aunque puntualizó en que lo único que el país no puede hacer es realizar ejercicios militares multilaterales, por lo que Estados Unidos tiene que estar presente allí “con la camiseta puesta”.
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