Un informe publicado el pasado jueves revela que China robó tecnología militar de Estados Unidos para la fabricación de un avión de combate de última generación y alta tecnología. En este sentido, el ex subsecretario interino de Defensa para Políticas, James Anderson, afirmó en una entrevista al medio Fox News Digital: “Lo que sabemos es que debido a los esfuerzos de espionaje, el J-20 de China es más avanzado de lo que sería, y ese es el punto importante aquí”.
Destacó además que la práctica de robar información por parte de China ya lleva poco más de una década, y que gracias a esto no solo “se han beneficiado mucho a lo largo de los años”, sino que además, “le han dado un buen uso y han ideado un caza avanzado de quinta generación”, haciendo alusión al avión de combate J-20.
En línea a esto, la fabricación del caza J-20 comenzó en el año 2008, en el marco de una estrategia por parte de China para crear un avión caza completamente nuevo y que además pudiera competir con los modelos estadounidenses. Finalmente su primer vuelo se realizó en el 2011 y entró en servicio a partir del 2017.
Sin embargo, informes publicados en el año 2015 señalaron la existencia de una serie de similitudes tecnológicas y funcionales entre el avión a reacción de China y los aviones estadounidenses. Asimismo, una historia publicada por Associated Press señaló incluso que: “al parecer, parte de su tecnología bien podría provenir de los propios Estados Unidos”.
Una brecha cada vez más corta
Por otra parte, según indicó el exfuncionario estadounidense, China utiliza una amplia gama de estrategias en materia de espionaje, que van desde la “baja tecnología” y las “anticuadas”, – como el uso de espías y trampas de miel -, así como el soborno para reclutar a académicos, contratistas y funcionarios gubernamentales de Estados Unidos, o el recurso de la piratería cibernética para robar datos militares considerados vitales.
A partir de esto es que varios analistas internacionales sostienen que el desarrollo del avión de combate J-20, en medio de las tensas relaciones entre Beijing y Washington, es otra muestra de que China está comenzando a cerrar la brecha tecnológica con Estados Unidos gracias al robo de propiedad intelectual desde hace una década.
Advertencias para Estados Unidos
En tanto, los expertos advierten al Gobierno de Estados Unidos que debe invertir más en esfuerzos para salvaguardar la información sobre el armamento que poseen y desarrollan, con el objetivo de evitar que China realice avances significativos similares en el futuro, según el informe publicado el pasado jueves.
Matt McInnis, miembro principal del programa de China del Instituto para el Estudio de la Guerra, afirmó al medio New York Post que: “El deseo de comprender los motores a reacción más sofisticados en Occidente ha sido un componente sustancial del espionaje chino”. Y añadió: “Así que lentamente han podido volverse más independientes en la creación de motores a reacción para sus aviones más avanzados”.
Fuente: Latin Times.
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