En un reciente informe de seguimiento, el banco estadounidense JP Morgan publicó sus proyecciones sobre la Argentina, las cuales se tornaron ampliamente pesimistas. Para la empresa, los precios podrían dispararse hasta un 110% interanual en diciembre dada la evolución de la inflación en los dos primeros meses del año (donde los precios minoristas han aumentado un 6% en enero y hasta un 6,6% en febrero). Además, en su pronóstico inflacionario revela que los precios aumentarán en un 7% en promedio mensual hacia el segundo semestre del año.
Pero la entidad bancaria también resalta que, aunque no haya garantías de que la situación pueda llegar a mejorar, existe un leve optimismo sobre este escenario. JP Morgan considera que, si bien se espera que el Banco Central continúe con su programa de microdevaluaciones periódicas, no se observa una pronta devaluación más pronunciada (hasta por lo menos diciembre de 2023 o enero de 2024). Asimismo, añade que puede que no haya movimientos significativos en el tipo de cambio oficial hasta que asuma el nuevo Gobierno, considerando las próximas elecciones generales en octubre. “Suponemos una corrección en el tipo de cambio oficial hacia fines de 2023, supeditada a la llegada de una nueva administración en diciembre”, explica el informe.
Aunque existan posibles buenas noticias, las previsiones de JP Morgan muestran que la actividad económica se desplomará un 1,7% en 2023 y hasta un 2% en 2024, y que el país “volverá a sufrir los efectos de dos años consecutivos en recesión y hasta 13 años de estanflación desde 2011” (por lo que la recesión parece prácticamente inevitable). Asimismo, el banco espera una caída total de 2,4% para la economía argentina en el primer trimestre de 2023, 3,5% en el segundo trimestre y un 0,1% en el tercer trimestre.
En consonancia, JP Morgan apunta a que el Banco Central enfrenta una fuerte pérdida de reservas desde mediados de enero, por lo que una fuga de divisas podría boicotear el programa del FMI, aún con la modificación de las metas trimestrales que realizaron. Indica que el Gobierno podría recurrir a un control más completo sobre el volumen de las importaciones pero que impactaría a una profundización de la recesión, además de que las opciones son escasas y “acumular reservas en un marco de restricciones cambiarias suele ser ampliamente y abiertamente contradictorio”.
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