En el marco del discurso que dio la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, este miércoles en la American University, se dejó entrever el nuevo enfoque para el comercio mundial al que apunta el Gobierno de Joe Biden. El argumento se basa en que la confianza tradicional de Estados Unidos en la promoción de pactos de libre comercio no logró anticipar el crecimiento exponencial de China, y su tipo de capitalismo, como así tampoco la posibilidad de que una potencia como Rusia inicie una guerra que atravesaría de forma politica, economica y militar a varios de sus socios.
En este sentido, Katherine Tai, abogó por una estrategia que se conoce como “acogida de amigos”, y consiste en la construcción de cadenas de suministros de valor entre países aliados para reducir así la dependencia de rivales geopolíticos como China y Rusia. La experiencia reciente dejó demostrado que los cuellos de botella en la cadena de suministro derivados de la pandemia de COVID-19, junto con la tensión entre Occidente con Beijing y Moscú, han puesto de relieve los riesgos de depender demasiado de proveedores en los que no se confía, particularmente cuando se habla de bienes estratégicamente claves.
En línea a esto, la funcionaria estadounidense afirmó: “El comercio debe trabajar por el bien común y ayudar a establecer normas responsables sobre el trabajo, el medio ambiente y otras prioridades que reflejen los valores estadounidenses”. Y agregó: “También debe promover una cooperación justa y saludable que levante el ánimo de los trabajadores y las comunidades”.
En tanto también sostuvo: “Estamos trabajando con otros y estamos trayendo a otros con nosotros porque, francamente, esa es la única forma de tener éxito”. Haciendo alusión a este trabajo que viene llevando adelante Estados Unidos para reforzar y profundizar los vínculos bilaterales con sus socios, no solo en términos del intercambio de bienes y servicios básicos, sino también pensando en alianzas estratégicas claves en regiones como el Indo-Pacifico y América Latina.
Buscando también abordar, tanto las relaciones bilaterales tradicionales como la búsqueda de nuevos aliados/socios, desde una nueva perspectiva que deja atrás la proliferación indiscriminada de acuerdos de libre comercio y apertura económica. Este nuevo enfoque que pretende lazos más estrechos, tiene la expectativa puesta de lograr cambiar el mapa global que tiene a China como la segunda economía más grande del mundo, y que avanza a pasos agigantados en América Latina, África y Asia, socavando la hegemonía de Estados Unidos. Al tiempo que espera anticipar movimientos geoestratégicos y militares como los que llevó a cabo Rusia hace un año invadiendo Ucrania.
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