El presidente de la empresa estatal Energía Argentina, Agustín Gerez, confirmó que la construcción del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner tiene un 45% de avance de obra, permitiendo así la habilitación operativa para la fecha prevista del 20 de junio. La obra principal consiste en un tramo de 573 kilómetros, los cuales se extienden desde la localidad neuquina de Tratayén hasta Salliqueló.
Habiendo participado de un webinar organizado por el Mercado Electrónico del Gas (Megsa), el funcionario reseñó que “la obra tiene dos grandes fechas: el apto para funcionar en condiciones técnicas y de seguridad, y por otro lado el final de obra, por lo que al momento de estar operativo el gasoducto tendrá un 75 a 80% de avance”.
“Tenemos hoy un estado de avance que mantiene el ingreso operativo del tramo Tratayén-Salliqueló, y sus complementarios para el 20 de junio que sumará 11 millones de metros cúbicos (MMm3) de capacidad, y el de las plantas compresoras para julio y agosto de este año que agregarán otros 5 MMm3 cada una, dándole fin a la primera etapa”, declaró Gerez.
Detalles de la obra
La obra principal consiste en un tramo de 573 kilómetros que se extiende desde la localidad neuquina de Tratayen hasta Salliqueló, en el centro oeste de Buenos Aires, a lo que se suma la ampliación (loop) de Ordoqui en el sistema Neuba II, el gasoducto Mercedes-Cardales, y las plantas compresoras en las cabeceras del ducto troncal.
A tan solo dos meses de la fecha de referencia, Gerez explicó que hay un “desvío de lo planificado y lo real acumulado” en relación a los trabajos de bajada, tapada y pruebas de los distintos tramos en los tres renglones licitados. Sin embargo, las tareas que se están realizando parecen agresivamente los porcentajes de avance.
Con un 45% de avance general, comienza ahora una etapa compleja con el cruce del Río Colorado y la instalación de las válvulas con adaptadores, pero, de no haber imprevistos, se cumpliría con el objetivo.
Asimismo, Gerez señaló que Enarsa está “trabajando en los pliegos licitatorios de la segunda etapa (Salliqueló-San Jerónimo) aunque todavía no está la fecha pero la idea es dejar esa obra adjudicada y con el inicio de trabajos” al fin de la actual gestión.
¿Quién mantendrá el gasoducto?
En lo que respecta a la operación del Gasoducto Néstor Kirchner, Gerez dijo que “nunca estuvo previsto operar y mantener este gasoducto” por parte de Enarsa y que “ni siquiera estuvo en evaluación porque la empresa no tiene la capacidad técnica para realizarlo, por lo que siempre estuvo en la planificación que iba a ser operado por transportistas”.
Frente a esto, entendió que “no hay muchos que puedan hacer este trabajo y por ello se va a avanzar con un proceso para adjudicar la operación y mantenimiento, y que sean los mejores especialistas técnicos que lo hagan, en similares condiciones con el Gasoducto del Noreste” (operado por TGN).
En dicho marco, Gerez señaló que la decisión está en evaluación en virtud de las características del nuevo ducto y su vinculación con el sistema.
Proyección
Según estimaciones del presidente de la empresa, para el próximo invierno, el pico de demanda local podría contar con un aumento de la oferta de 11 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) de gas proveniente del cierre de la Etapa 1 del GNPK, más otros 4 MMm3/d en promedio que se liberarán de la generación eléctrica por la recuperación del nivel de las represas hidroeléctricas, lo que permitirá aumentar la producción local en 15.000 MMm3/d.
Destacó que “la Argentina importó unos US$10.000 millones de energía promedio por año durante la última década: líquidos, GNL, gas natural, electricidad” implicando que “no es otra cosa que importar trabajo” que debería ser sustituido por empleo local y por el potenciamiento de los propios recursos.
Una vez que la Etapa I haya finalizado, se prevé un ahorro por US$ 4.293 millones por la sustitución de importaciones de gasoil, fuel oil y GNL para generación, a los que se sumarán otros US$ 3.168 millones adicionales cuando se concrete la reversión del Gasoducto Norte y la Etapa II del GNPK, por el reemplazo de las compras de gas de Bolivia, energía eléctrica de Brasil y Uruguay, y la reducción en las importaciones de GNL.
Por lo tanto, la proyección estima que el país sólo deberá afrontar importaciones por sólo US$ 1.326 millones al año en concepto de embarques puntuales de GNL y líquidos para cubrir el pico de consumo del invierno.
Exportación
Gerez también analizó que la reversión del Gasoducto Norte permitiría técnicamente utilizar la infraestructura del sistema de gas de Bolivia para exportar la producción de Vaca Muerta a Brasil.
“Es tan grande el recurso de Vaca Muerta que si tomamos las decisiones correctas podemos acceder al mercado brasileño no sólo a través de Bolivia sino también con otro gasoducto a construir que conecte con la infraestructura ya existente”, dijo el presidente de Energía Argentina.
Mostró preocupación por el declino de Bolivia, puesto que se advierte un alerta fuerte para el abastecimiento de la región norte del país y la evaluación se volcó a las negociaciones con YPFB que analizan el mismo escenario. Sin embargo, su postura parece ubicarse en aquella que no genere dependencia de un tercero para acceder a un mercado y obtener independencia en la exportación de gas a Brasil, aunque eso implique más infraestructura.
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