Luego del comunicado que fue publicado en la página oficial del Departamento de Defensa de Estados Unidos, hay tensión en la frontera con México. La Administración cree que la desaparición del título 42, que expira con la declaratoria de emergencia de la pandemia, incrementará los cruces ilegales a más de 10.000 cada día, según cifras oficiales. Es por esto que el Gobierno de Joe Biden movilizará a 1.500 soldados en activo a la zona ante el inminente fin de la emergencia sanitaria, el próximo 11 de mayo.

La declaración se atribuye al Secretario de Prensa del Pentágono, General de Brigada Pat Ryder. En la misma se menciona que, a petición del Departamento de Seguridad Nacional, la Secretaria Austin aprobó un aumento temporal del Departamento de Defensa de 1.500 efectivos militares adicionales para complementar los esfuerzos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) en la frontera suroeste de Estados Unidos. 

Funcionarios de la Casa Blanca argumentan que los militares se encargarán de tareas administrativas para descargar a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CPB, por sus siglas en inglés), que actuará sobre el terreno para contener el flujo migratorio. Las fuerzas armadas estarán en la zona por 90 días, aunque la estancia puede ser extendida de ser necesario.

En el mismo se lee: “Durante 90 días, estos 1.500 militares cubrirán lagunas críticas de capacidad, como la detección y vigilancia desde tierra, la introducción de datos y el apoyo a los almacenes, hasta que el CBP pueda atender estas necesidades mediante apoyo contratado. El personal militar no participará directamente en actividades policiales. Este despliegue en la frontera es coherente con otras formas de apoyo militar al DHS durante muchos años”.
Sin embargo, la medida ha provocado críticas de los sectores simpatizantes del partido demócrata. Esto se debe a que “desplegar tropas sugiere una preocupante falta de preparación para esta transición, ” aseguró Andrea Flores, una abogada experta en política migratoria que trabajó en el equipo de transición de Biden y la vicepresidenta Kamala Harris. La organización no gubernamental Al Otro Lado considera que el Ejecutivo, en lugar de militarizar, debería incrementar los recursos a las comunidades “para dar la bienvenida con dignidad a los solicitantes de asilo”.

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Redacción
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