Mientras que la relación entre China y Argentina se ha reforzado en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, Estados Unidos teme perder su hegemonía en la región. En su reciente campaña de posturas contra la cooperación china con el país latinoamericano, el gigante norteamericano hizo sonar una falsa alarma sobre Atucha III, un futuro megaproyecto de energía nuclear.
Los funcionarios que apuntan a proyectos chinos han demostrado su preocupación por la cooperación China-América Latina. En consecuencia, Argentina ha recibido múltiples visitas de funcionarios estadounidenses, entre ellos el presidente de la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos, Christopher Hanson. En estas, se han hecho esfuerzos por exagerar los supuestos riesgos de asociarse con China en materia nuclear, según informes de prensa.
El 11 de abril, Hanson llegó al país latinoamericano. Durante su estadía, visitó las instalaciones del Complejo Nuclear de Atucha y advirtió de los posibles riesgos e “inconvenientes” de asociarse con China en materia nuclear. Los comentarios también incluyeron afirmaciones de que la tecnología suministrada carece de calidad, no cumple con los estándares internacionales y que el proyecto en su conjunto tiene problemas de diseño y seguridad.
Song Wei, profesor de la Escuela de Relaciones Internacionales y Diplomacia de la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín, declaró el martes al Global Times que este temor tiene su origen en la visión histórica de Estados Unidos de América Latina como “su patio trasero”. Asimismo, sugiere que los objetivos de inversión del país, en vez de ser un intento genuino de ayudar a países de la región como Argentina a alcanzar la prosperidad, son impuros, injustificables y están motivados políticamente.
Los esfuerzos conjuntos de China y Argentina en el proyecto de Atucha III se consideran un paso crucial en la cooperación para la generación de energía nuclear. El mismo pretende hacer frente al cambio climático y alcanzar los objetivos globales de neutralidad de carbono. Según expertos, en esta instancia, Estados Unidos ha intentado impedir su construcción. También ha intentado desacreditar la calidad y ha manifestado que los objetivos de los proyectos de cooperación asociados con la iniciativa de China en Argentina son un ejemplo de las numerosas “acciones malévolas” empleadas para obstaculizar la colaboración de China con las naciones latinoamericanas.
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