En una visita de apenas unas horas, el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente surcoreano Yoon Suk-yeol lograron una serie de acuerdos, entre los cuales destaca el pacto para compartir información militar y optimizar las cadenas de suministro de las industrias de defensa de ambos países.

Ambos eventos diplomáticos se centraron principalmente en la crisis de seguridad en Ucrania y las tensiones en el noreste de Asia, donde China volvió a ser el tema más importante.

Analistas señalan que los acuerdos de defensa entre Scholz y Yoon son ejemplos recientes de pactos similares entre varias naciones que, en conjunto, pueden interpretarse como una respuesta al creciente influjo chino. Las acciones de China, desde la ocupación unilateral y militarización de islas en el Mar de China Meridional hasta los enfrentamientos con Japón por islas en el Mar de China Oriental y los conflictos con India por territorio en el Himalaya, podrían presentarse como una razón para estas nuevas alianzas y acuerdos.

En los últimos años, Alemania ha fortalecido su papel en el Indo-Pacífico. En 2021, envió un buque de guerra a la región para llevar a cabo ejercicios conjuntos con otras armadas, y recientemente ha participado con aviones de combate en maniobras conjuntas.

Scholz afirmó que el continuo desarrollo de armas nucleares y misiles de largo alcance por parte de Corea del Norte indica que “aún existe una situación peligrosa” en la península y que el Norte sigue siendo “una amenaza para la paz y seguridad en esta región”.

En las conversaciones posteriores, los dos líderes acordaron compartir y proteger secretos militares, así como establecer mecanismos para brindar mayor resiliencia a las cadenas de suministro militares.

La presencia China

Rah Jong-yil, exdiplomático y alto funcionario de inteligencia surcoreano, señala que Corea del Sur busca un mayor compromiso con las naciones occidentales, lo cual se relaciona con el estallido de la guerra en Ucrania, que impactó profundamente al país. Además de China, Corea del Sur también mantiene una estrecha vigilancia sobre Corea del Norte y Rusia.

Mientras Seúl busca aliados cercanos en Occidente, China parece estar llevando a cabo su propia ofensiva diplomática. Beijing ha establecido cumbres con países de Asia Central y Oriente Medio, y está trabajando en mejorar sus alianzas. China busca aumentar su influencia en Asia, lo cual no pasa desapercibido en Seúl.

Si bien Corea del Norte representa la amenaza militar más inmediata para Corea del Sur, la cuestión más amplia está relacionada con China y los desafíos que representa, como el estrecho de Taiwán, el Mar de China Meridional, los derechos humanos y la gobernanza global.

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Redacción
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