Luego de que culminara la cumbre del G7, el diario estatal chino “Global Times” lanzó una editorial calificando este encuentro como un “taller anti-China”, luego de que el Grupo nombrara a China en diversos temas que incluyen armas nucleares, la situación de Taiwán, coerción económica y abusos de los derechos humanos. Asimismo, desde del G7 se subrayaron las amplias tensiones con Beijing, y en el comunicado oficial que lanzaron los principales líderes del encuentro el gigante asiático fue mencionado 20 veces en total, más que las 14 menciones en 2022.
Según el Global times, “Estados Unidos está presionando con fuerza para tejer una red anti-China en el mundo occidental”, y esto “no es solo una cuestión de interferencia brutal en los asuntos internos de China y difamación de China, sino también un impulso no disimulado de confrontación entre los campos”. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Beijing también se opuso firmemente a la declaración del G7.
Asimismo, países Rusia respaldaron el planteo de China. Moscú, por su parte, afirmó que la cumbre era una “incubadora” para la histeria antirrusa y anti china. Además, luego de que el primer ministro británico, Rishi Sunak, dijera que Beijing representa el mayor desafío mundial para la seguridad y la prosperidad, la embajada de China en Gran Bretaña instó a Londres a “dejar de calumniar a China”.
En este contexto, el viceministro de Relaciones Exteriores de China, Sun Weidong, convocó al embajador de Japón a modo de protesta por la “exageración en torno a cuestiones relacionadas con China”, siendo un país que colaboró con otros en la cumbre del G7 “para difamar y atacar a China, interfiriendo gravemente en los asuntos internos de China, violando los principios básicos del derecho internacional y el espíritu de los cuatro documentos políticos entre China y Japón” (en referencia a la Declaración conjunta de ambos Estados de 1972). Por su parte, el embajador de Japón en China, Hideo Tarumi, mencionó que era “natural” que el G7 se refiriera a temas de interés común como los tratados en esta oportunidad y en veces anteriores.
Cabe destacar que Japón expresó en cierta forma una latente preocupación en la cumbre sobre el accionar chino hacia Taiwán, principalmente por ser una zona muy cercana a las islas del sur del país. En este sentido, el secretario en jefe del gabinete de Japón, Hirokazu Matsuno, declaró que las políticas hacia su vecino fueron consistentes con los años, afirmando que insistirá “en los asuntos que sean necesarios” y que “instará a un comportamiento responsable”, ya sea sobre las tensiones en el vecindario como para seguir cooperando mutuamente.
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