Se hacían pasar por turistas, pero se sospechaba que los ciudadanos chinos fueran espías que habían intentado varias veces en los últimos años acceder a instalaciones militares del estado de Alaska, el cual se encuentra plagado de bases sensibles.
Según relataron varios soldados familiarizados con los incidentes de esta clase pero que no estaban autorizados a hablar públicamente sobre ellos, un vehículo con ciudadanos chinos se saltó un control de seguridad en Fort Wainwright, en Fairbanks. El vehículo fue finalmente detenido, y en un registro se encontró un dron en su interior. Los ocupantes afirmaron que eran turistas que se habían perdido.
Muchos de los encuentros se han atribuido a errores inocentes de visitantes extranjeros que pretendían ver la aurora boreal y otras atracciones de Alaska. Sin embargo, otros intentos de entrar en bases militares estadounidenses parecen ser sondeos para conocer las capacidades militares de Estados Unidos en Alaska.
Un oficial del ejército dijo: “No todos los que parecen ser turistas en Alaska” y agregó “se trata más bien de espías extranjeros”.
Los detalles sobre los incidentes siguen siendo en su mayoría clasificados. Aun así, los informes militares y la información disponible públicamente explican por qué el gobierno chino estaría interesado en Alaska, donde residen algunas de las capacidades militares más sofisticadas del Pentágono y los juegos de guerra de alto nivel.
La oficial número 2 del Pentágono, Kathleen Hicks, no quiso hacer comentarios sobre las sospechas de espionaje chino en las instalaciones militares de Alaska. Dijo que el ejército está tomando una serie de medidas para garantizar la seguridad de esas bases, pero no dio detalles concretos.
La embajada china en Washington no respondió a los correos electrónicos ni a las llamadas telefónicas para solicitar comentarios.
¿Por qué Alaska?
El vasto estado alberga tres grandes bases militares, además de varias instalaciones pequeñas. La primera de ellas es la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, en Anchorage. Las otras dos, Fort Wainwright y la Base Aérea Eielson, se encuentran cerca de Fairbanks.
Alaska ha visto cómo el Pentágono canalizaba cada vez más recursos y tropas hacia el estado en los últimos años, a medida que se intensificaba la competencia en el Ártico. El estado también se considera clave para la defensa nacional dada su proximidad a Rusia, la amenaza de los misiles balísticos de Corea del Norte y, cada vez más, China.
Las Fuerzas Aéreas tienen su base militar en Alaska. El Fuerte Greely del Ejército, cerca de Fairbanks, cuenta con sofisticados radares y misiles preparados para defenderse de un ataque nuclear. Hay unos 12.000 soldados y 10.000 miembros de las Fuerzas Aéreas en servicio activo, y sus mejores cazas, los F-22 y los F-35.
La inmensidad de Alaska ofrece al Pentágono la oportunidad de realizar grandes ejercicios militares en tierra y mar. Miles de soldados y más de 150 aviones de guerra de Estados Unidos, Reino Unido y Australia participaron en el reciente juego de guerra, Northern Edge. El ejercicio anual ayuda a las tropas a entrenarse contra los mayores adversarios militares de Estados Unidos: Rusia y China.
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