En América Latina, la mayoría de los presidentes se enfrentan a niveles de aprobación presidencial extremadamente bajos, según revela el último trabajo de Directorio Legislativo. A excepción de algunos casos como Nayib Bukele en El Salvador o Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en México, la mayoría de los mandatarios latinoamericanos cuentan con más rechazo que apoyo por parte de la población. Esta tendencia plantea interrogantes sobre las razones detrás de la dificultad para seducir a sus ciudadanos y cómo la pandemia ha impactado en esta situación.
Según los datos recopilados desde la última edición de Imagen del Poder (enero-febrero 2023), los niveles de aprobación presidencial se han mantenido relativamente estables, pero muestran una tendencia preocupante a lo largo del último año. Cada vez más gobiernos tienen menos del 25% de aprobación, y destacan casos como los de Alberto Fernández en Argentina y Guillermo Lasso en Ecuador, quienes han caído por debajo del 20%.
En contraste, Andrés López Obrador en México lidera los niveles de aprobación con un 60%, mientras que Lula Da Silva en Brasil y Luis Arce en Bolivia se encuentran en un rango medio con un 50% y un 41%, respectivamente.
Gustavo Petro en Colombia también logró un índice de aprobación del 41%, pero ha perdido 19 puntos desde su asunción en julio del año pasado debido a las crisis en las alianzas que había construido para garantizar la gobernabilidad.
Lula Da Silva ha logrado mantener un respaldo del 50%, pero sus primeros cuatro meses de gobierno han estado marcados por tensiones con las fuerzas armadas, el Banco Central y el Congreso.
En Honduras, Xiomara Castro ha experimentado una notable disminución de su respaldo popular y se sitúa por debajo del 30%. Después de la ruptura de la alianza que la llevó al poder, se declaró el estado de excepción, que lleva en vigor cinco meses.
Nayib Bukele encabeza el ranking de los mandatarios más populares, con encuestas que le otorgan hasta un 90% de apoyo tras cuatro años en el gobierno. Le siguen de cerca Rodrigo Chaves en Costa Rica, quien aún se encuentra en su luna de miel después de un año de gestión, y Luis Abinader en República Dominicana
Si bien cada país presenta situaciones diferentes, se puede destacar un patrón relacionado con las fuertes consecuencias de la pandemia y la guerra en Ucrania, sumado a los problemas económicos y sociales previos en la región. La violencia en aumento, el narcotráfico y los recientes estallidos sociales también han contribuido a este panorama. No es casual que dos de los mandatarios con menor popularidad sean Boluarte, quien asumió tras la destitución de Pedro Castillo y ha sido señalada por la represión de las protestas de diciembre y enero, y Lasso, quien disolvió el Congreso en medio de un juicio político en su contra.
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