Según los datos actualizados que relevó Eurostat, la oficina de estadística comunitaria, se dio a conocer que la eurozona ha entrado en una recesión técnica durante los primeros tres meses del año. Esto se debe a la contracción económica experimentada durante dos trimestres consecutivos, con una disminución del Producto Bruto Interno (PBI) del 0,1 % en ambas ocasiones.
En este sentido, explicaron que uno de los factores clave en este retroceso fue la caída del 0,3 % registrada por la economía alemana, cuyo peso tiene un impacto significativo en el conjunto de la eurozona. Alemania estuvo realizando una serie de ajustes en sus previsiones, lo que contribuyó a esta caída.
Otro factor clave que explica esto es la guerra en Ucrania, que ha tenido un fuerte impacto en la eurozona debido al aumento en los precios de los alimentos y los combustibles, así como una desaceleración del gasto de los hogares. Aunque se han realizado aumentos en el gasto público y la inversión, no han sido suficientes para compensar la pérdida de impulso en el consumo privado.
Sin embargo, a pesar de la situación la Comisión Europea destaca la “resistencia” de la economía de la región, señalando que más allá de los resultados, también se ha estado creando empleo, con un aumento del 0,6 % en la zona euro y del 0,5 % en la Unión Europea en términos trimestrales. Asimismo señalaron que la Comisión planea revisar su pronóstico de crecimiento del 1,1 % para este 2023.
Por otra parte, y en cuanto al desempeño de las cuatro principales economías de la Unión Europea, los datos arrojaron que Italia experimentó el mayor crecimiento en el primer trimestre de este año, con un 0,6 %, seguida de España (0,5 %) y Francia (0,2 %). Contrastando con la tendencia decreciente que se viene dando en Alemania.
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