El expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se enfrenta a 37 cargos por su manejo de documentos clasificados tras dejar la presidencia. Se trata del primer presidente en ser juzgado por un tribunal federal en la historia del país.
¿De qué se lo acusa?
Esta semana comenzó formalmente el juicio a Donald Trump por el escándalo de los documentos confidenciales hallados en su residencia de Mar-a-Lago el año pasado, durante un allanamiento del FBI. Entre los 37 cargos que enfrenta están “retención ilegal de información relacionada con la seguridad nacional”, “obstrucción a la justicia” y “falso testimonio”, por los que podría recibir hasta 20 años de prisión bajo el marco de la Ley de Espionaje.
Según la ley estadounidense, es ilegal que cualquier funcionario público, incluido el presidente, retire documentos clasificados de las instalaciones gubernamentales. En su residencia de Florida, el FBI halló cajas repletas de documentos sensibles, incluidos documentos sobre el programa nuclear estadounidense.
Durante el período en que Trump mantuvo los documentos en su mansión de Mar-a-Lago en Palm Beach, el club “organizó más de 150 eventos sociales, incluyendo bodas, estrenos de películas y recaudaciones de fondos que juntos atrajeron a decenas de miles de invitados”, subraya la acusación.
El magnate ya viene de pasar por otro juicio. Previamente, en abril de este año, el exmandatario tuvo que comparecer frente a juzgado en Nueva York por el caso Stormy Daniels, en donde se lo acusa de orquestar el pago a tres personas para comprar su silencio de cara a las elecciones presidenciales de 2016. A diferencia de ese caso, este será llevado a cabo por un tribunal federal, lo que convierte a Trump en el primer presidente en ser juzgado por uno.
¿Puede Trump terminar preso?
La respuesta corta es sí. De ser hallado culpable puede pasar tiempo en prisión. Entre los cargos hay 31 delitos de retención deliberada de información de defensa nacional que caen bajo el Acta de Espionaje, por los que podría recibir hasta 10 años de prisión. Además, hay otros cuatro delitos de conspiración y de retención o encubrimiento de documentos, por los que podría servir hasta 20 años por cada delito. Los últimos dos delitos, de encubrimiento y falso testimonio, tienen una condena de hasta 5 años cada uno.
¿Cómo afecta esto su candidatura?
Para ver los efectos del actual proceso judicial hay que distinguir tres campos en los que puede haber repercusiones: el legal, el político, el popular. En el campo legal este juicio cambia poco las cosas. No hay nada en el cuerpo legal estadounidense que impida a una persona con antecedentes penales, o incluso con una condena firme, postularse como candidato presidencial.
En el campo político, este juicio tampoco parece alterar mucho la situación. La relación de Trump con el partido Republicano siempre ha sido tensa en el mejor de los casos y, de momento, el juicio no parece ser más que otro bache en el camino. Hasta ahora, el magnate ha recibido muy poco criticismo de sus compañeros republicanos. Varios de sus rivales en el partido para la nominación republicana no se atreven a atacar el tema de su imputación por miedo a la respuesta negativa que pueden recibir de sus fieles seguidores. Es más, muchos de ellos repiten las declaraciones de Trump sobre que él es la víctima de una conspiración política que tiene como objetivo impedir su retorno a la presidencia. Esta es una situación que va cambiando con las semanas, por lo que no hay forma de saber si mantendrán esta postura hasta las elecciones primarias.
Y, por último, la opinión popular. Y quizás aquí es donde menos mueve el tablero el juicio actual. Donald Trump es una figura polarizante, o lo amas o lo odias, y su base de votantes lo ama con pasión. Los republicanos MAGA asumen que todo lo que intenta dañar la imagen de su líder es una conspiración, o incluso algo de lo que presumir, y Trump ha llegado al punto en el que está tan instalado como el líder de un culto a la personalidad que nada de lo que haga o diga, o nada de lo se diga de él, va a hacer que sus seguidores dejen de votarlo. Por lo que sin importar qué pase con respecto a este juicio, Trump seguirá teniendo una numerosa base de fieles seguidores.
Lo más probable es que este sea un juicio trabado y que se estire hasta después de las elecciones presidenciales que se celebrarán en noviembre de este año. Una segunda imputación nunca va a generar el mismo efecto dramático de la primera vez, pero en términos legales, esta vez es mucho más importante.
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