Ucrania ha emitido una advertencia urgente sobre un potencial desastre nuclear en el sureste del país, acusando a las fuerzas rusas de planear sabotajes en la planta de energía nuclear de Zaporizhzhia, la más grande de Europa. Funcionarios ucranianos y expertos en energía atómica han expresado su preocupación creciente después de que se produjera una ruptura en una presa cercana.
En este sentido, el General de División Kyrylo Budanov, jefe de inteligencia militar de Ucrania, afirmó a través de un portavoz que los rusos han colocado explosivos junto a cuatro de los seis reactores y han minado el estanque de enfriamiento utilizado para suministrar agua a los reactores y al combustible gastado.
El viernes pasado, la agencia de inteligencia militar emitió una actualización en la que se informó que los tres supervisores rusos habían sido evacuados y se instruyó a los empleados ucranianos que trabajan para el conglomerado estatal ruso de energía nuclear que abandonen la planta antes del 5 de julio. Asimismo, el informe también indicó que al personal que se quedara se le había ordenado “culpar a Ucrania en caso de cualquier emergencia”.
Ante esta situación, el Ministerio de Asuntos Internos de Ucrania ha anunciado ejercicios de entrenamiento a todos los niveles del gobierno para hacer frente a un posible desastre nuclear, incluyendo la planificación de evacuaciones dentro de un radio determinado alrededor de la planta, cierre de carreteras y la creación de puntos de control para evaluar la exposición a la radiación.
Mientras que para aquellos residentes que no puedan evacuar a tiempo, las autoridades han instado a refugiarse en el lugar, asegurándose de apagar la ventilación y los aires acondicionados, y sellando las ventanas con telas húmedas y cinta adhesiva. Cuando estén al aire libre, se recomienda a las personas que usen mascarillas que puedan filtrar el polvo radiactivo en el aire y otras partículas.
La situación ha llevado al director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) a realizar una inspección de emergencia en la planta nuclear días después de la ruptura de la presa. Rafael Mariano Grossi, en una declaración publicada en el sitio web de la AIEA, afirmó que el estanque de enfriamiento se está reabasteciendo con agua de un canal de descarga en una planta de energía de carbón cercana y de un sistema de drenaje alimentado por agua subterránea. Además, declaró que no encontró evidencia de que se hubiera minado.
Sin embargo, la presión sobre el personal ucraniano restante es motivo de preocupación. Olena Pareniuk, investigadora principal de la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania, señaló que solo quedan alrededor de 3,000 empleados de los 11,000 necesarios para supervisar las operaciones de la planta, lo cual es apenas suficiente para mantener la planta segura en estado de apagado y claramente insuficiente para enfrentar una emergencia.
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Esta es otra jugada macabra del títere, un demente de extrema peligrosidad. Estará planeando cometer la locura de atacar los reactores y echarle la culpa a los rusos, los que han impedido en reiteradas ocasiones que este tarado consiga su cometido. Un ataque de falsa bandera para arrastrar a la OTAN a la demencial IIIGM y, tras cartón, la desaparición de la civilización humana. A lo que son capaces algunos con tal de demonizar a los rusos a más no poder.