La empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina (NASA) ha completado con éxito la etapa más complicada de la reparación de la Central Nuclear Atucha II. La tarea consistió en el corte y extracción de un separador desprendido a 14 metros de profundidad dentro del reactor. Este desperfecto mecánico fue detectado durante inspecciones de rutina en octubre del año pasado.
La intervención para solucionar el problema comenzó el 18 de junio y fue llevada a cabo por un equipo multidisciplinario que utilizó herramientas y procedimientos de ingeniería diseñados y fabricados por la compañía, en colaboración con proveedores locales. Con la finalización de esta etapa, se resolvió el fallo mecánico y se abrió paso a la siguiente fase de la reparación.
La siguiente etapa se centrará en implementar mejoras en el diseño de la planta para reforzar la fijación de los separadores restantes. Una vez completadas estas mejoras, se espera que la central nuclear vuelva a operar de manera segura.
Es importante destacar que la falla técnica en Atucha II no tuvo relación con el apagón ocurrido en marzo de este año, en el cual la central no estuvo involucrada. Durante el proceso de reparación, se evaluaron diferentes opciones y se descartó la reparación fuera del tanque de 14 metros de profundidad debido a su alto costo y requerimientos de seguridad. Se estima que esta opción habría llevado entre dos y tres años y costado entre 200 y 300 millones de dólares. En cambio, se optó por desarrollar herramientas y métodos de corte por electroerosión y soldadura bajo presión para llevar a cabo la reparación dentro del tanque. Esta alternativa desarrollada localmente redujo significativamente los costos y los tiempos de reparación.
Esto significó un enorme avance en materia de tecnología para la República Argentina, país conocido por ser una de las principales potencias nucleares de todo el continente americano, donde se buscaron soluciones en el marco de la propia industria nacional y, aprovechando el nivel de pericia de los altamente calificados profesionales argentinos, se pudo resolver este inconveniente que posiblemente le hubiera costado al país austral un aumento en sus importaciones de energía dentro del ya frágil contexto socioeconómico que atraviesa.
Según el cronograma establecido, se espera que Atucha II retome sus operaciones antes de que finalice el mes.
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