Es posible afirmar que América Latina está emergiendo como una región clave en la producción de petróleo para la próxima década debido a que países como Brasil y Guyana están experimentando un auge petrolero que promete impulsar su economía y transformar su posición en el escenario mundial. Sin embargo, la disminución de la demanda global de combustibles fósiles plantea una serie de desafíos que el resto de la región deberá sortear.
Frente a la costa de Guyana, buques están extrayendo petróleo de reservorios ubicados a tres kilómetros de profundidad. En este sentido durante el año 2015, la gigante petrolera estadounidense, ExxonMobil, descubrió las primeras reservas de crudo probadas, que ahora se estiman en alrededor de 11 mil millones de barriles, representando aproximadamente el 0,6% del total mundial.
La producción petrolera en el país comenzó hace tres años y está aumentando a una rápida y sostenida velocidad. Tanto es así, que especialista afirman que para el año 2028, se espera que alcance los 1,2 millones de barriles diarios, una cifra que situaría a Guyana entre los 20 principales productores de petróleo a nivel mundial, cambiando la suerte de uno de los países más pequeños y pobres de Sudamérica.
Por su parte, Brasil también se encuentra en una trayectoria ascendente en la industria petrolera. Con vastas reservas en su costa, incluyendo la formación del presal, el país sudamericano ha incrementado significativamente su producción en los últimos años, buscando aprovechar su potencial petrolero y consolidarse como uno de los actores clave tanto en el mercado mundial como en la región.
Desafíos regionales a sortear
Sin embargo, el panorama regional se ve afectado por la disminución de la demanda global de petróleo y los esfuerzos para reducir las emisiones de carbono. Esto plantea desafíos a largo plazo para los países latinoamericanos que dependen en gran medida de los ingresos generados por la exportación de petróleo. En línea a esto, apuntar a diversificar la economía y explorar fuentes de energía más limpias y renovables se vuelve esencial para garantizar un desarrollo sostenible en la región.
América Latina se encuentra en un momento crucial, en el que las bastas reservas de litio y la riqueza petrolera puede proporcionar una oportunidad única tanto para el crecimiento económico como la reducción de la pobreza. Sin embargo, estas oportunidades plantean una serie de desafíos ambientales, sociales y principalmente políticos que se tornan necesarios abordar de manera conjunta para garantizar un futuro próspero y equitativo en toda la región y posicionarla en el escenario internacional como un actor de relevancia.
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