El Partido Popular de España, de tendencia conservadora, señaló el lunes que veía una posible solución al estancamiento político y la formación de un gobierno después de que el partido de extrema derecha Vox dejara entrever que podría no insistir en ser parte de una coalición a cambio de su apoyo.
Vox comunicó el domingo que sus 33 legisladores estarían dispuestos a “respaldar una mayoría” en el bloque de derecha en la Cámara Baja del parlamento español, con el propósito de evitar que los socialistas (PSOE) realicen acuerdos con separatistas catalanes y vascos, y forjar lo que Vox ha denominado como un “gobierno de destrucción nacional”.
Este gesto allana el camino para que otros partidos más pequeños, que se opusieron a la participación de Vox, brinden su apoyo al Partido Popular en una votación de investidura, explicó Elias Bendodo, coordinador general del Partido Popular.
Bendodo comentó en Radio COPE el lunes: “Las circunstancias han cambiado las reglas del juego, y por lo tanto, los partidos que antes tomaban posiciones ahora enfrentan situaciones diferentes”.
Sin embargo, la afirmación de Bendodo fue rápidamente desmentida por el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que comunicó en la plataforma de redes sociales X que su posición seguía inalterada. El PNV sostiene que no negociará con el Partido Popular para formar un gobierno en el que participe Vox.
Las elecciones españolas del mes pasado resultaron en un punto muerto, ya que ni los bloques de derecha ni los de izquierda obtuvieron suficientes escaños para alcanzar una mayoría.
El Partido Popular y Vox, considerados como posibles socios de coalición durante la campaña, sumaron en conjunto 170 escaños en la Cámara Baja, de un total de 350, por debajo de los 176 escaños necesarios para asegurar una mayoría parlamentaria.
Dado que obtuvo la mayor cantidad de escaños, se espera que el rey Felipe VI de España ofrezca al Partido Popular la primera oportunidad de formar un gobierno cuando el parlamento se reúna el 17 de agosto.
Importa el rol de los partidos minoritarios, y mucho.
El PNV, que cuenta con cinco escaños, ha respaldado previamente al Partido Popular, especialmente en 2018, cuando permitió que el gobierno minoritario del ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy aprobara el presupuesto.
No obstante, en los últimos años, el PNV ha fortalecido sus vínculos con los socialistas (PSOE), formando coaliciones en varios municipios del País Vasco.
Es posible que el Partido Popular también requiera el apoyo de Coalición Canaria, que tiene un escaño y ha indicado que podría respaldar a cualquiera de los dos bloques, excepto a uno que incluya a Vox en el gobierno.
Vox no respondió a la solicitud de Reuters para aclarar su declaración. Sin embargo, una fuente del partido señaló que esto implicaba que no buscarían puestos en el gabinete a cambio de apoyo parlamentario, ni bloquearían el respaldo del PNV al Partido Popular, al cual se habían opuesto en el pasado debido a sus políticas de promoción del idioma y la cultura vasca.
Según ha informado Isabel Rodríguez, portavoz del Gobierno socialista en funciones, en un vídeo difundido a los medios, el gesto de Vox de dejar de lado sus ambiciones de formar parte de un Gobierno de coalición fue el resultado de “reuniones secretas” con el Partido Popular. Rodríguez indicó que Vox acordó apartar sus ambiciones a cambio de promesas del Partido Popular de reducir las medidas contra el cambio climático y las políticas relacionadas con la violencia de género y los derechos LGBT.
El PSOE, que junto con su aliado Sumar obtuvo 152 escaños, también tiene una opción para alcanzar el poder, aunque requerirá difíciles negociaciones con los separatistas catalanes, incluido el grupo de línea dura Junts, que ha señalado que querría una nueva votación sobre la independencia a cambio de su apoyo.
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