La cooperación entre Argentina y África ha experimentado un creciente interés en los últimos años, marcando un cambio significativo en las relaciones bilaterales. Si bien en el pasado las prioridades de la política exterior argentina se enfocaron en regiones como Europa y América del Norte, en la actualidad se busca fortalecer los vínculos con los países africanos y promover la colaboración en diversas áreas. Esta nueva dinámica refleja un reconocimiento del potencial y las oportunidades mutuas que pueden surgir de una relación más estrecha entre Argentina y África, abriendo el camino hacia un mayor desarrollo económico, diplomático, cultural y académico.
¿A qué se debe este histórico olvido?
La falta de atención hacia África en la política exterior argentina puede atribuirse a una combinación de factores y errores estratégicos cometidos por la gestión local.
Históricamente, las prioridades se han centrado en fortalecer los lazos con Europa y América del Norte, relegando a África a un segundo plano en la agenda diplomática. Esta falta de enfoque se ha visto influida por la percepción de oportunidades limitadas, impulsada por visiones estereotipadas y desactualizadas del continente africano como una región marcada por la pobreza y los conflictos.
Asimismo, el enfoque histórico de la política exterior argentina se ha concentrado en cuestiones regionales, como América Latina y el Caribe, dejando poco espacio para la atención a otras regiones, incluyendo África.
La falta de conocimiento y experiencia sobre la situación africana ha restringido la capacidad de Argentina para desarrollar estrategias efectivas de cooperación. La escasez de especialistas y expertos en asuntos africanos en el gobierno ha agravado esta limitación. Por otra parte, la competencia de otros actores internacionales, como China y países europeos, ha sido intensa en la búsqueda de presencia y cooperación con África, lo que ha llevado a Argentina a subestimar el potencial de la cooperación sur-sur en el continente.
Además, la asignación limitada de recursos para la política exterior debido a los desafíos económicos que ha enfrentado Argentina en los últimos años, ha llevado a una priorización de los lazos con las regiones tradicionales, dejando poco espacio para la expansión de las relaciones con África.
¿Qué relaciones tiene hoy Argentina con África?
A pesar de que las relaciones entre Argentina y África han sido históricamente limitadas, en los últimos años se ha observado un creciente interés por fortalecer los lazos y promover la cooperación en diversas áreas. Se han llevado a cabo una serie de acciones y relaciones que buscan fomentar el acercamiento entre ambos:
En el ámbito comercial, Argentina ha puesto en marcha estrategias para incrementar los lazos comerciales con países africanos, tal como la creación de las Comisiones Binacionales Sudáfrica-Argentina (BICSAA). Además, se han establecido acuerdos de cooperación económica con naciones africanas como Sudáfrica, Nigeria, Angola y Marruecos.
En términos diplomáticos, se han llevado a cabo visitas de alto nivel entre representantes gubernamentales de Argentina y países africanos. En 2018, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, realizó una visita oficial a Argentina, seguida por la visita del presidente de Angola, João Lourenço, en 2019. Estas visitas y encuentros buscan fortalecer los lazos diplomáticos y explorar oportunidades de cooperación en diversos ámbitos.
Argentina ha buscado compartir su experiencia en el sector agrícola y alimentario con países africanos. A través de programas de capacitación y el envío de expertos agrícolas, se ha promovido la transferencia de conocimientos y tecnologías agrícolas a naciones como Nigeria, Angola y Sudáfrica.
En el ámbito de la medicina y la salud, Argentina ha brindado apoyo médico y humanitario a países africanos. Misiones médicas se han enviado a lugares como Guinea-Bissau, y se han ofrecido becas de estudio en el campo de la medicina para estudiantes africanos.
La cooperación cultural y educativa también ha sido un enfoque importante en las relaciones entre Argentina y África. Festivales de cine y eventos culturales se han organizado para promover el intercambio cultural entre ambas regiones. Además, se han otorgado becas de estudio a estudiantes africanos interesados en estudiar en instituciones educativas argentinas.
Estas iniciativas y acciones representan avances significativos en las relaciones entre Argentina y África. Sin embargo, aún queda un potencial considerable para fortalecer y ampliar la cooperación en diversas áreas.
¿Qué tienen para ofrecerse mutuamente Argentina y África?
Argentina y África presentan diversas áreas de colaboración y oportunidades mutuamente beneficiosas que, lamentablemente, no han podido ser explotadas en su totalidad.
En el ámbito de la agricultura y seguridad alimentaria, Argentina cuenta con una destacada experiencia en este sector y puede compartir conocimientos y tecnologías avanzadas con los países africanos, contribuyendo así a mejorar la productividad agrícola y abordar los desafíos de seguridad alimentaria en África. Además, la diversidad de los climas y cultivos en Argentina podría permitir el intercambio de semillas y prácticas agrícolas adaptadas a las condiciones africanas.
En el campo de la energía renovable, Argentina ha desarrollado importantes capacidades en energía eólica y solar. África, por su parte, posee un gran potencial para la generación de energía renovable debido principalmente a los vastos territorios despoblados donde pueden funcionar plantas de generación de energía sustentable. La colaboración en este ámbito podría incluir la transferencia de tecnología y conocimientos para el desarrollo de proyectos de energía limpia, promoviendo así la sustentabilidad y la diversificación energética en los países africanos.
En términos de recursos naturales, África cuenta con abundantes minerales y petróleo, lo cual podría resultar de interés para Argentina en términos de inversión y comercio. Argentina, a su vez, puede ofrecer tecnología y experiencia en la exploración, extracción y procesamiento de recursos naturales, fomentando la colaboración en este ámbito, teniendo en consideración el nicho de mercado que las potencias extranjeras que ya participan en este mercado dejen para la Argentina.
En el ámbito educativo, Argentina cuenta con un sistema educativo reconocido y prestigiosas instituciones de educación superior. Puede ofrecer becas y oportunidades de intercambio académico para estudiantes africanos, promoviendo el intercambio de conocimientos y la formación de recursos humanos calificados. Asimismo, Argentina podría compartir su experiencia en la promoción de la educación y capacitación técnica en áreas como medicina, agricultura e ingeniería.
La cooperación cultural también representa una oportunidad para fortalecer los lazos entre Argentina y África. El intercambio de arte, música, danza, literatura y cine puede enriquecer la diversidad cultural y promover una mayor comprensión mutua. Asimismo, la colaboración en el ámbito turístico puede fomentar el intercambio de visitantes y promover destinos turísticos en ambos lugares.
Estas son solo algunas áreas en las que Argentina y África pueden colaborar para obtener beneficios mutuos. Sin duda, existen muchas otras oportunidades potenciales que podrían explorarse para fortalecer los lazos entre ambas regiones y promover un desarrollo sostenible, serio y permanente.
Entonces, ¿qué rumbo debe tomar la política exterior argentina con respecto al continente africano?
Para aprovechar el potencial de la cooperación sur-sur con África, Argentina debería replantear su enfoque y prioridades hacia el continente africano. Sería beneficioso realizar una evaluación más precisa de las oportunidades económicas, políticas y culturales que África ofrece, y destinar recursos y esfuerzos para desarrollar relaciones más sólidas. Esto requeriría una mayor capacitación y contratación de expertos en asuntos africanos, así como la exploración de nuevas áreas de colaboración en campos como la agricultura, la energía renovable, la tecnología y la educación. De esta manera, Argentina podría fortalecer su presencia en África y aprovechar el potencial de la cooperación sur-sur para el beneficio mutuo de ambas regiones.