Arabia Saudita está considerando una oferta de China para construir una planta de energía nuclear en el país, según funcionarios sauditas familiarizados con la situación. Esta decisión busca presionar a la administración Biden para que acepte las condiciones sauditas para la ayuda de Estados Unidos en su programa de energía nuclear.
La ayuda nuclear estadounidense está condicionada a que Arabia Saudita no enriquezca su propio uranio ni explote sus propios depósitos de uranio, requisitos de no proliferación que China no comparte y que ha generado preocupaciones en Washington.
Arabia Saudita busca desarrollar un programa nuclear civil con el apoyo de Estados Unidos y está dispuesta a normalizar relaciones diplomáticas con Israel como parte de un posible acuerdo. También solicita garantías de seguridad por parte de Estados Unidos.
China National Nuclear Corp. (CNNC), una empresa estatal, ha presentado una oferta para construir una planta nuclear en la Provincia Oriental de Arabia Saudita. Esta oferta se ve como un medio para presionar a Estados Unidos a ceder en sus requisitos de no proliferación.
Aunque Arabia Saudita prefiere trabajar con la Korea Electric Power Corporation (KEPCO) de Corea del Sur y aprovechar la experiencia operativa estadounidense, no está dispuesta a aceptar los controles de proliferación que normalmente exige Washington.
El príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman, considera la opción china si las conversaciones con Estados Unidos no tienen éxito. China podría ser más flexible en términos de requisitos de no proliferación, lo que la hace una opción atractiva para Arabia Saudita.
China es un importante socio comercial de Arabia Saudita y ha facilitado acuerdos y proyectos conjuntos en el pasado. Aunque Arabia Saudita busca una solución que involucre tecnología estadounidense, China sigue siendo una opción viable.
A pesar de esta posible aproximación a China, Arabia Saudita sigue siendo un importante comprador de armas estadounidenses y busca mantener una sólida relación de seguridad con Estados Unidos.
La administración Biden considera que la experiencia operativa y regulatoria de Estados Unidos es superior a la de China. Aunque las conversaciones entre Arabia Saudita y los licitadores han tenido retrasos, se espera que continúen al menos hasta finales de este año.
La oferta china es más económica que las de otros competidores como Kepco y la empresa francesa EDF. Arabia Saudita considera que las propuestas de Kepco también son de alta calidad.
Las disputas legales entre Kepco y Westinghouse han afectado las negociaciones nucleares. Arabia Saudita y Estados Unidos también están discutiendo la posibilidad de que el país acepte la oferta de Corea del Sur con tecnología de Westinghouse.
Aunque Arabia Saudita está considerando opciones chinas, la administración Biden sigue interesada en mantener el control sobre la proliferación nuclear en la región. Mientras tanto, el príncipe heredero saudita busca la energía nuclear como una forma de abordar el programa nuclear de Irán y diversificar la economía del país.
La Agencia Internacional de Energía Atómica ha presionado a Arabia Saudita para que permita inspecciones más exhaustivas de sus actividades nucleares. A nivel global, China y Rusia han sido activos en la construcción de reactores nucleares.
La posibilidad de que Arabia Saudita acepte la oferta china representa un cambio geopolítico hacia China, pero aún busca mantener relaciones sólidas con Estados Unidos.
Las conversaciones continúan entre Arabia Saudita y los licitadores, y se espera que se extiendan debido a la complejidad de los detalles involucrados en la cooperación nuclear.
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