Una reciente decisión por parte de Chile, con respecto al anuncio de un nuevo “Gráfico Ilustrativo de los Espacios Marítimos de Jurisdicción Chilena”, generó controversia en la Argentina y tensó las relaciones diplomáticas entre los vecinos sudamericanos. El punto clave de esta controversia surgió el pasado 14 de agosto de 2023, cuando la Dirección Nacional de Fronteras y Límites del Estado de Chile (DIFROL) dio a conocer un mapa elaborado por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) chilena, ya que incluye un área de aproximadamente 5000 km2 al sur del Mar de Drake y de las Islas del Cabo de Hornos, que la Argentina considera como parte de su territorio marítimo.
El mapa representa el Mar Territorial, la Zona Contigua, la Zona Económica Exclusiva, la Plataforma Continental y el Límite exterior de la Plataforma Continental de Chile, e incluye una zona marítima que se superpone y avanza sobre 200 millas hacia el Este de la línea fronteriza de Argentina. Es este el “movimiento” territorial que ha suscitado reacciones y preocupaciones, ya que irrumpe la proyección de Argentina hacia la Antártida.
A partir del 27 de agosto esta noticia comenzó a generar revuelo, ya que la Cancillería argentina emitió un comunicado acusando a Chile de “pretender apropiarse de una parte de la plataforma continental argentina”, defendiendo la necesidad de resolver esta situación. Sin embargo, Chile continúa manteniendo su postura ya que se trata de un “reclamo histórico” para el país andino. Así respondió el canciller chileno Andrés Allamand, afirmando que “Nadie se apropia de lo que le pertenece”.
Estas tensiones sobre la demarcación de límites llevan en agenda casi más de un siglo; y aunque las relaciones bilaterales se mantienen pacíficas, se trata de un atropello palpable por parte de Chile. El país vecino alega que el “principio bioceánico” en el que se basa Argentina no existe, es decir, que debajo de las islas que quedan al sur del canal Beagle –como Evout, Barnevelt y Hornos–, se trace una línea recta hacia el sur, quedándose Buenos Aires con las aguas del océano Atlántico y Santiago con las del Pacífico. Con este pretexto, para Chile esos tratados les dieron las islas al sur del canal Beagle y por ello su límite continental está 200 millas más hacia el este de lo que plantea Argentina.
Pero como fue mencionado anteriormente, estas discusiones están presentes en medio de las relaciones bilaterales hace varios años. Por ejemplo, en el año 1977 Argentina propuso que las islas australes que Chile reclama como propias fueran de dominio de los dos países y se marcara así el límite conjunto, algo que Santiago rechazó. En su momento las disidencias fueron tantas que hasta el papa Juan Pablo II envió una comisión para promover el diálogo, y por ello en 1984 Chile y Argentina firmaron el Tratado de Paz y Amistad.
El problema es que ambos países defienden su propia postura frente a los accesos marítimos que dan al estrecho de Magallanes y el paso de Drake, y por ende control sobre el acceso a los océanos Pacífico y Atlántico. En el año 2021, el entonces Canciller argentino Felipe Solá afirmó que se trataba de una “transgresión de Piñera (entonces presidente chileno) al Tratado de Paz y Amistad de 1984”, y publicó un mapa de Chile donde se mostraba en color rojo el “avance inusitado que pretende el gobierno chileno hacia el Este”.
Es evidente que la situación encubre una discusión mucho más amplia, que es básicamente una cuestión de soberanía para ambos países basado en sus plataformas continentales. Además, cada país cuenta con sus propios derechos de exploración y explotación de recursos energéticos que allí se encuentran.
Te puede interesar: Chile rechaza reclamo de Argentina por el mapa marítimo
Cada cual puede interpretar lo que quiera según sus intereses
Pero el tratado y las leyes internacionales son claros.
Aclarar que Andrés Allamand fue Canciller durante el segundo gobierno del Presidente Sebastían Piñera, el que para vuestro conocimiento culminó el 11 de marzo de 2022. El actual Canciller es Alberto van Klaveren.