Brasil está experimentando un sorprendente repunte económico y este resurgimiento podría tener un impacto significativo en Argentina. Según los datos del segundo trimestre de 2023, la economía brasileña ha consolidado su crecimiento, con un aumento del 0.9 por ciento en el PIB con respecto a los primeros tres meses del año y un incremento del 3.4 por ciento en comparación con el mismo período de 2022.
Estas cifras han sorprendido a la mayoría de las grandes consultoras financieras, que destacan la “importante resiliencia” de la actividad industrial y del sector de servicios.
Este repunte económico en Brasil podría tener un efecto dominó en Argentina, especialmente después del 14 de septiembre, cuando los gobiernos de ambas naciones, junto con el banco de desarrollo CAF, sellarán un acuerdo que permitirá a Argentina importar productos brasileños sin necesidad de utilizar de inmediato moneda extranjera.
Los economistas de las principales consultoras señalan que el motor detrás de la recuperación brasileña ha sido el aumento del consumo y, como consecuencia, el incremento en la producción industrial y las ventas comerciales mejoradas.
Si estos indicadores se mantienen, Brasil podría experimentar un crecimiento anual del PIB de al menos un tres por ciento, superando así las tasas de crecimiento de las principales potencias como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania e incluso China.
El mercado laboral brasileño también muestra signos de recuperación, con un aumento en el empleo formal y una mejora en los ingresos de los trabajadores. La inflación para el año se estima en solo un 5.1 por ciento, menor que en 2022. En este contexto, el aumento en la popularidad presidencial no sorprende. Según Datafolha, un destacado encuestador, la aprobación de Lula subió del 37 por ciento en junio al 45 por ciento en la actualidad.
La implementación de los planes del gobierno, como la reducción parcial de impuestos sobre los combustibles y el aumento de las prestaciones del programa Bolsa Familia, ha contribuido al cambio de ánimo público. Silvia Matos, investigadora de la Fundación Getúlio Vargas, afirmó: “Si me hubieran preguntado hace unos meses sobre la evolución de la economía, habría dicho que se avecinaba una retracción del consumo familiar. Pero eso no es lo que ha ocurrido”.
Sin embargo, existen algunas incertidumbres, principalmente relacionadas con la evolución de la economía global, que han llevado a los expertos a ofrecer una perspectiva menos optimista para el resto del año. “La segunda mitad del año mostrará una desaceleración”, advierte un especialista, añadiendo que “podría haber una pérdida de fuerza debido a un escenario internacional mucho más complicado, con los principales países, como China y también los de Europa, en declive”.
Para Roberto Campos Neto, presidente del Banco Central de Brasil y protagonista de repetidos enfrentamientos con Lula, los datos publicados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) son motivo de celebración. “Fue una buena sorpresa”, expresó durante el Foro de Desarrollo Brasileño en Washington frente a empresarios de su país.
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