El departamento de innovación argentino publicó recientemente su segunda estrategia nacional de ciberseguridad, delineando los principios y objetivos del país para combatir los ciberdelitos.
En este sentido, la estrategia se compone de siete objetivos clave: fortalecer el sistema institucional para abordar el problema de la ciberseguridad a nivel federal, proteger la infraestructura crítica de la nación, resguardar y recuperar los sistemas de información del sector público, aumentar la educación y formación de especialistas en ciberseguridad, desarrollar un marco regulatorio y fomentar la cooperación internacional, así como mejorar las capacidades de prevención, detección y respuesta.
La misma incluye un plan para crear centros provinciales de respuesta ante emergencias informáticas y promover la inversión en la protección de la infraestructura. Asimismo prevé la implementación de estándares, normas internacionales, auditorías para fortalecer los sistemas de información en el sector público, y desarrollar las capacidades nacionales de monitoreo para la detección de tráfico dirigido hacia infraestructura controlada por ciberdelincuentes, entre otros aspectos.
Con esta nueva medida, el país también creará una unidad de gestión y cooperación en ciberseguridad, encargada de promover la colaboración y coordinación entre diferentes entidades para alcanzar los objetivos clave. Y con ello poder hacer frente a los ataques informáticos de una manera más integral, particularmente considerando que el Gobierno argentino sufrió varios ataques a sus sistemas informáticos, incluido uno de un gran impacto en el PAMI.
La financiación de esta estrategia viene dada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que en enero aprobó un préstamo de 30 millones de dólares para Argentina con el fin de implementar un programa de ciberseguridad para la infraestructura de información crítica.
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