La expansión militar de la OTAN en el Ártico está socavando la seguridad regional y justificando medidas de contrapeso por parte de Rusia, según un alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En una entrevista con RIA Novosti publicada el domingo, Nikolay Korchunov, embajador ruso de amplio rango, expresó su preocupación por las crecientes tensiones en el Ártico provocadas por lo que calificó como las políticas no constructivas de Estados Unidos y sus aliados.
Korchunov también señaló que el impulso de la OTAN para incorporar a Finlandia, que ya se ha convertido en miembro pleno de la alianza, y a Suecia, demuestra que el bloque respalda “escenarios poderosos para aumentar su propia seguridad en el norte a expensas de la seguridad de otros países”.
Ante este panorama, Korchunov advirtió que Moscú responderá al desafío con “un conjunto de medidas necesarias, incluyendo medidas preventivas”, teniendo en cuenta los objetivos establecidos en la política exterior de Rusia y la estrategia ártica.
Al mismo tiempo, el diplomático señaló que Rusia seguirá promoviendo la confianza mutua en la región polar para respaldar la estabilidad, la cooperación y el diálogo.
A principios de esta semana, el presidente ruso, Vladímir Putin, nombró el desarrollo del Ártico, junto con el Lejano Oriente, como la prioridad estratégica del país. Previamente, Putin destacó que la región es de gran importancia para Rusia en términos de defensa y recursos naturales.
El año pasado, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que Rusia representaba un desafío estratégico para la alianza en el Ártico y abogó por una mayor presencia militar en la región. En este contexto, Finlandia y Suecia solicitaron unirse a la OTAN en mayo de 2022 en medio del conflicto en Ucrania. Aunque Helsinki se convirtió oficialmente en parte del bloque militar liderado por Estados Unidos en abril, la solicitud de Estocolmo sigue en el limbo. Turquía y Hungría han sido reacios a ratificar la solicitud debido a una serie de problemas pendientes en las relaciones bilaterales.
Mientras tanto, funcionarios rusos han declarado repetidamente que la política de Moscú en el lejano norte no representa una amenaza y han advertido que la “intromisión” de la OTAN en la región solo conducirá a una escalada de tensiones. Rusia también ha afirmado que siempre ha buscado la cooperación pacífica en la región; sin embargo, está lista para proteger sus intereses y su integridad territorial si es necesario.
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