Frente a recientes movimientos en la frontera de Kosovo, Estados Unidos ha encendido las alarmas sobre la concentración militar que Serbia está llevando a cabo. La Casa Blanca advirtió recientemente que se encuentran vigilando la zona ya que califica como una situación que puede desestabilizar a toda la región, en palabras del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
El espacio físico donde se concentran las tropas militares de Serbia (según Estados Unidos) ha sido testigo de múltiples disturbios a lo largo del año. Uno de ellos ocurrió apenas unos días antes de la concentración, cuando en la aldea de Banjska, en el norte de Kosovo y cerca de la frontera con Serbia, un grupo de serbio armados bloquearon un puente, provocando un tiroteo en el que falleció un agente de policía y otro resultó herido.
En este contexto, Estados Unidos anunció que ese ataque no fue aleatorio y que “la cantidad de tipos de armas encontradas representan una amenaza no sólo para el personal de Kosovo sino también para el personal internacional”, incluidas las tropas de la OTAN. “Todos los involucrados en este ataque deben ser llevados ante la justicia”, declaró el funcionario, y idió a las autoridades serbias que ayuden en la investigación de lo sucedido.
Estos acontecimientos ya han generado cierta preocupación internacional anteriormente, principalmente considerando que la estabilidad de Kosovo depende, en cierta parte, de una mayoría étnica albanesa y que declaró su independencia de Serbia en 2008 después de un levantamiento guerrillero y una intervención de la OTAN en 1999.
Por esta suma de motivos, pero principalmente por la reciente concentración de fuerzas en la frontera con Kosovo, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, ha recibido llamados de atención. Recientemente, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se comunicó con el mandatario y lo instó a una desescalada inmediata. Sin embargo, Vucic no confirmó ni negó el refuerzo militar, aunque sí contradijo las afirmaciones sobre la preparación para el combate de sus fuerzas.
Estados Unidos ha afirmado que se aumentará la presencia de fuerzas de la OTAN en el norte de Kosovo, además de exigir a Serbia el retiro de esas fuerzas para “contribuir a reducir las tensiones”. Además, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dialogó telefónicamente con el primer ministro de Kosovo para discutir los acontecimientos y destacó la importancia del diálogo.
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